lunes, 5 de diciembre de 2011

RESISTENCIA.

Pasamos de nuevo por la casa para informar de que nos marchábamos, en realidad Sly se lo dijo a su madre, ella nos dijo que aunque en un principio no corríamos peligro tuviéramos cuidado. Fuimos de nuevo hasta el cobertizo que utilizaban como garaje. Se subió en uno de los coches y yo le imité.

Después de mas de dos horas estábamos llegando a la ciudad, como Sly había pronosticado estaba desértica. Aún así tomamos precauciones, dejamos el coche en un sito donde quedaba oculto de la calle principal y caminamos rápido hasta una vieja y polvorienta tienda, las ventanas estaban tapiadas pero Sly conocía la entrada, destrabó rápidamente una puerta y entramos.

  • Antes íbamos a por ropa a otra ciudad, hace solo un par de meses que vinimos aquí. Así que vas a encontrar ropa de tu talla, coge todo lo que quieras.
  • ¿Qué crees que es lo mas adecuado?- le preguntó mirando la ropa que había aún colocada en las perchas y estantes.
  • Elige cosas cómodas y calientes.
  • ¿Cómo esto?- le pregunté mostrándole un grueso jersey.
  • Esto es perfecto.- sonrió.- Es genial no tener que pelear contigo por la ropa.
  • ¿Qué quieres decir?- le pregunté.
  • Normalmente las chicas cuando vienen a por ropa eligen cosas muy poco prácticas. Como vestidos.
  • No me imagino para que quieren un vestido.
  • Ellas dicen que porqué son bonitos.- entonces me miró sonriente.- Aunque creo que deberías llevarte alguno, para las ocasiones especiales
  • ¿Cómo qué?
  • Aunque es una tontería nos gusta celebrar la Navidad. Y el día de Acción de Gracias.
  • ¿Qué es la Navidad?
  • ¿Nunca la has celebrado?
  • No.
  • Bueno, el 25 de diciembre es Navidad, es en realidad una tradición cristiana. Se celebra el nacimiento de Jesús.
  • ¿De quién?- el suspiró.- Te lo explicaré en el coche ¿vale?- me dijo comprensivamente.- Ahora es mejor que escojas la ropa y nos marchemos, por si las moscas.
  • Bien.- Después de cinco minutos ya lo tenía casi todo.
  • ¿Has escogido los vestidos?
  • No...yo no se cuáles escoger.
  • ¿Cuáles te gustan?
  • No lo se.
  • Bien, entonces los elegiré yo.- Él dio un rápido repaso a toda la tienda y un instante después me tendió dos vestidos, uno de color negro y el otro de color verde.- ¿Son de tu talla?
  • No lo se, supongo.
  • Bien. Ahora vamos a por zapatos y tu ropa interior.- no me gustaba la idea de ir a buscar ropa interior con él.


Media hora después íbamos de camino al coche, antes pero, Sly quiso entrar en otra tienda, de allí cogió algunos productos de higiene personal y entonces si nos marchamos. Hacía ya un rato que íbamos en el coche cuando recordé lo que había dicho sobre las celebraciones.

  • Así ¿qué es eso de la Navidad?- le pregunté.
  • Bueno...¿Has oído hablar alguna vez de Dios?- Negué con la cabeza.- Antes de que todo esto ocurriera...muchísimas personas creían en un ser superior, Dios, él en teoría y digo en teoría porqué no creo que sea verdad ni que el tipo exista, creo el mundo y todo lo que hay en él. ¿Me sigues?
  • Si, creo que si.
  • Bueno, pues en la Navidad lo que se celebra es el nacimiento del hijo de Dios, Jesús, que fue un tipo que predicaba la palabra de Dios, vamos que le decía a la gente lo que estaba bien y lo que estaba mal.
  • No lo entiendo.
  • A ver, lo importante no es que alguien nos haya creado o que Jesús muriera en la cruz para demostrar que su palabra era cierta si no todo lo que esto significa. Este Dios, hay mas en otras religiones, lo que da es esperanza. La gente en situaciones críticas rezaba a este Dios para que les ayudara a salir de ellas, bueno había quién le rezaba siempre para que las cosas les fueran siempre bien. ¿Entiendes lo que te quiero decir?
  • Me cuesta un poco la verdad.
  • Vale imagínate esto. Te estás a punto de morir, estás sola en medio de la nada y herida, sabes que vas a morir y como ultimo recurso pides a un ser superior que lo está viendo todo (Dios) que te ayude, que no te deje morir. Deseas salvarte.
  • Ajá.
  • Entonces aparece alguien que te ayuda, te cura la herida y te lleva con él para que no estés sola y salva tu vida.
  • Un poco lo que hiciste tu conmigo.
  • Bueno...si, supongo. Cuando ese tío estaba a punto de ya sabes...acostarse contigo ¿qué sentías?
  • Miedo, furia, desesperación.
  • ¿Y no deseabas que ocurriera algo que evitara lo que estaba a punto de pasar?
  • Si, claro. Y pasó.
  • Vale, pues puedes interpretar esto de distintas formas. La primera es que fue una casualidad, una suerte que nosotros entráramos ahí esa noche, la segunda es el destino, tu simplemente no estabas destinada a vivir eso, y la tercera es que ese ser superior, ese Dios, escuchó tus ganas de escapar de la situación y nos “envío” a nosotros para ayudarte.
  • Creo que lo entiendo, aunque es un poco difícil de creer.
  • Ya.
  • ¿Tu crees en Dios?- le pregunté.
  • Es una pregunta muy complicada, pero creo que no. Pienso que si él existiera no pasaría lo que está pasando, no habría gente encerrada y muriendo todos los días. Pero si hablas con Sean te dirá otra cosa.
  • ¿Él qué?
  • Que si él existe y lo que está pasando es un castigo suyo Dios es un cabrón.
  • ¿Un castigo suyo?
  • Si...bueno, la Biblia, que es un libro que habla sobre Dios y Jesús, el cristianismo y todo el rollo...bueno, hay unos mandamientos que deben cumplirse para estar en el camino de Dios, si no los cumples al morir vas al infierno y si has sido bueno y las cumplido vas al cielo donde todo es bonito.
  • Eso es absurdo. Cuando te mueres, te mueres y ya está.
  • Si, bueno, eso es lo que creemos la mayoría, pero antes, ya sabes, las distintas religiones aseguraban que hay vida después de la muerte y dependiendo de tus acciones serás recompensado o castigado. Y bueno, se ve que la humanidad ha sido mala y todo lo que está pasando es un castigo divino.
  • Estoy deacuerdo con Sean.- dije.
  • ¿En qué?
  • Que si Dios existe es un auténtico cabrón ¿cómo podría castigarnos a todos por algo que no hemos hecho? ¡Vamos, nací en un maldito campo y no he hecho nada mas que lo que me han obligado a hacer! ¿Cómo puede castigarme por ello?
  • No lo se, ya te digo que yo no creo en la existencia de un dios, sin embargo creo que debes leer sobre el tema para llegar a entenderlo.
  • Antes debo aprender a leer.
  • Lo harás.


Me quedé un rato callada, reflexionando sobre lo que habíamos hablado hasta que Sly rompió el silencio explicándome que era acción de gracias, eso lo entendí mas rápidamente. Luego me aseguró que celebraban estas cosas por tradición y porqué era agradable tener algo que celebrar. Yo le pregunté por los otros dioses que había dicho que había y él me contestó que era un tema complejo y que ya me lo explicaría. Me dejó curiosa.

Cuando estuvimos finalmente de vuelta era ya muy tarde, casi todo el mundo estaba durmiendo pero nos encontramos a Amy a punto de dormirse sobre la mesa de la cocina.

  • Mamá ¿qué haces aquí?- le preguntó Sly.
  • Sabes que no puedo dormir hasta que no estáis todos aquí.- contestó ella amorosamente.
  • Te preocupas demasiado.
  • Llámame loca si quieres, pero eres mi hijo y no me gusta nada que vayas por ahí fuera con todo lo que hay.- Sly le dio un beso en la frente a su madre para callarla, acto seguido empezó a buscar algo comestible para llevarse a la boca.- Joy cariño ¿has encontrado todo lo que necesitas?
  • Si, eso y mas.
  • ¿Tienes hambre?
  • Un poco, sí.- reconocí.
  • Os he guardado vuestro plato de la cena. Sly deja de zampar galletas y siéntate en la mesa como las personas.
  • Mamá, tengo 30 años ¿cuándo vas a dejar de mandarme?- pese a su protesta Sly se sentó en la mesa.
  • Oh cielo, tu siempre serás mi pequeño, tengas 30, 40 o 50.
  • Pues si que vamos bien.- Sly y Amy bromeaban amorosamente, eso me hizo pensar en mi madre y me puse triste.
  • Lo cierto es que no tengo mucho apetito.- dije levantándome.
  • ¿Te encuentras bien?- me preguntó Sly.
  • Si, sólo estoy un poco cansada. Creo que será mejor que dejemos lo de las clases para mañana ¿te parece bien?
  • Claro, supongo que será mejor, es tarde y mañana tendremos que madrugar.
  • En ese caso subiré a dormir.
  • ¿Estás segura de que no quieres comer nada?
  • Sí, aunque gracias de todas formas.
  • No hay de qué ¿quieres que te ayude a subir tus cosas?
  • No, no hace falta.- cogí las dos bolsas de lona que habíamos llenado con ropa durante nuestra expedición.- Buenas noches.- le dije antes de salir de la cocina.
  • Buenas noches.- respondió Amy.


Empecé a subir las escaleras y sentí como mis lágrimas iban cayendo mientras pensaba en mi madre, no saber si seguía viva o no me estaba matando. Como no quería llegar a la habitación y despertar a las niñas con mi llanto me metí en el baño y me di una ducha, el agua caliente me relajó y consiguió que me calmara un poco. Después de la ducha me vestí con prendas que había adquirido esa tarde, ropa interior, una camiseta y unos pantalones elásticos cómodos para dormir. Recogí mis cosas y salí del baño, mientras salía yo del baño de las mujeres, Sly hacía lo propio del de hombres. Di un pequeño bote porqué no me lo esperaba y él se rió de mi, iba ataviado con solo una toalla en la cintura, también se había dado una ducha.

  • No te asustes, sólo soy yo.- me dijo.
  • Ya, pero no esperaba encontrarme a nadie.
  • Bueno, suelo darme una ducha antes de irme a la cama, me ayuda a dormir.- no sabía que contestarle. Opté por lo fácil.
  • Bien, bueno, subiré a mi habitación. Buenas noches.
  • Oye...Joy.- dijo cogiendo mi mano. Yo me paré y le miré esperando a que dijera algo mas.- Se que sufres por tu madre, no soy tonto, he visto tu cara antes.
  • Lo siento.- dije rápidamente.- No quería haceros sentir incómodos.
  • No te disculpes, los que tenemos poco tacto somos nosotros.
  • No tenéis que actuar de otra manera solo porqué yo esté delante.
  • Lo se, pero quería disculparme igualmente.
  • No tienes porqué, de verdad.
  • Buenas noches, Joy.


Se acercó a mi y me dio un beso en la frente dejándome estupefacta, actos seguido de fue a su habitación. Yo subí también a la mía, entré intentando no hacer ruido para no despertar a las niñas. Dejé las bolsas en el suelo, a los pies de mi cama, y apartando la ropa de cama me metí dentro. Era agradable meterse en una cama mullida y calentita, las camas del campo eran duras y solo teníamos unas viejas y hoscas mantas para cubrirnos. Me removí un poco buscando la postura mas cómoda y poco después me dormí.


Me desperté a la mañana siguiente temprano, no sabía la hora exacta pero a penas había amanecido, aparté un poco las cortinas para que entrara un poco de luz y así poderme vestir. Me puse ropa interior limpia, unos vaqueros, una camiseta de manga larga y encima una chaqueta, unos calcetines y botas. Cogí el cepillo de pelo y el de dientes. Después de asearme bajé a la cocina donde me encontré con las mismas personas que había encontrado el día anterior.

  • Buenos días.- saludé.
  • ¡Hola, Joy!- esa fue Amy.- ¿Cómo has dormido?
  • Bien, gracias. ¿Puedo ayudar en algo?
  • Bueno Jackson y Steve están poniendo la mesa. Puedes llevar los vasos.
  • ¿Esos de ahí?- señalé una pila de vasos.
  • Sí, esos.
  • Ok.


Me puse a ayudar en lo que me decían y cuando quise darme cuenta ya casi todo el mundo estaba abajo, sentado en la mesa. Sly me hizo señales y me sentó a su lado, a mi otro lado se sentó Shana. Desayunamos y después de eso Sly me comunicó que era hora de ir a trabajar.


El trabajo allí no era duro, al menos no era tan duro como en el campo. Tras dos meses viviendo allí me había dado cuenta que en el refugio existía una paz y una camaradería difícil de explicar. Todos y cada uno de los miembros actuaban como una familia, se preocupaban los unos por los otros pese que a veces había disputas. Analizándolo ahora me doy cuenta que era una especie de tribu, con sus unidades familiares funcionando a modo de clan. Recuerdo que al principio pensé qué Sean era el líder, el que tomaba las decisiones y puede que lo fuera, el qué imponía un orden, pero al mismo tiempo tenía en cuenta las opiniones de todos, se votaban las cosas importantes y todos los adultos tenían la misma voz.

Después de esos dos meses comprendí que a pesar del amor y la preocupación que cada miembro sentía por todos los demás, había quienes se llevaban mejor que otros, lo mismo me pasó a mi. Fue sorprendente lo rápido que congenié con Elle, Shana y Maddy. Amy me trataba como a una hija y yo en verdad la adoraba también, apreciaba mucho a Tod y Heidi y en tan solo esas dos semanas las pequeñas Grace y Gisele me habían robado el corazón, ambas habían tomado la costumbre de dormir en mi cama. Con Jennifer y Lena también mantenía una buena relación aunque me tomaban mucho el pelo. Eric y George, dos hermanos un poco mayores que yo me seguían por todas partes, me caían bien pero me agobiaban un poco...Con el resto mantenía una relación cordial, bueno eso es generalizar ya que Cristina y Sharon no podían ni verme, lo de Cristina...bueno, escuché lo que dijo ese día en la cocina y en cuánto a Sharon su odio se debía a que con quien yo realmente me llevaba bien y pasaba casi todo mi tiempo era Sly.

Al principio Sly no me gustaba especialmente, lo encontraba un tanto arrogante y desconcertante, pasados los días empecé a apreciarlo realmente, vi que su arrogancia no era mas que una fachada, él era muy divertido y cariñoso, tenía muchísima paciencia conmigo, las clases para aprender a leer al principio fueron un desastre, a mi me daba vergüenza y me bloqueaba, Sly se frustraba y me gritaba. Tuvimos una discusión en la que nos gritamos cosas bastante feas, después nos disculpamos y a partir de ahí todo fue bien. A pesar de la confianza que había adquirido con él, había momentos que seguía pareciéndome muy desconcertante.


Bueno, aquí os dejo un trocito mas de resistencia (que no va por capítulos). He tardado, lo sé, pero es que he tenido exámenes y millones de trabajos...la de la foto sería Joy (Irina Shayk) que no me cae muy bien pero es realmente guapa y difícil de encontrar con ropa discreta en una foto, si no os hacéis una idea googlead! Como Miranda, la madre de Joy he pensado en Angelina Jolie, bueno ¡Basta! no es importante pero para que os hagáis una idea...espero que comentéis y besos, An.

1 comentario:

Anónimo dijo...

sigo pensando que esta historia me gusta cada vez mas a medida que vas subiendo cada pedacito