sábado, 16 de abril de 2011

GUÍA PARA LA MUJER DEL SIGLO XXI

CAPITULO 6.


No es que me arrepintiera de lo que pasó con Hugo, en verdad mentiría si dijera que no lo estaba deseando. Me moría de ganas de volver a acostarme con él, aunque técnicamente no estuvimos acostados en ningún momento, fue un polvo glorioso:

  • ¿Ves como no ha estado tan mal?- dijo Hugo mientras nos vestíamos. Bueno se vestía él porqué mi ropa limpia seguía en mi habitación. Me cubrí con la toalla.
  • Cállate.- le dije.
  • Oh vamos, no vuelvas a tu yo borde.
  • No vuelvo a mi yo borde, pero que esto haya pasado hoy no significa que vaya a pasar cada vez que a ti te apetezca.
  • ¿Pero volverá a pasar?- me miró de tal manera que no pude mandarlo a la mierda, tampoco deseaba hacerlo.
  • Tal vez.
  • ¡Bien! iré a preparar la cena.


Hugo salió del baño y yo me dispuse a arreglarme, terminé de secar mi pelo que a estas alturas ya estaba casi seco, enchufe la plancha y mientras se calentaba me maquillé. Me planché el pelo con calma y luego fui a vestirme a mi cuarto.

Estaba terminando de subirme la cremallera del vestido que elegí para esa noche cuando me di cuenta de que Hugo no se había puesto un condón, salí disparada hacía la cocina y empecé a maldecirlo:

  • Eh, calma ¿ahora qué te pasa?- me preguntó el sorprendido.
  • Me pasa que no te has puesto un jodido condón.
  • Cierto.- dijo él tan tranquilo.- Pero tranquila no tengo ninguna ETS.
  • Me imagino.- dije yo.- Aunque ahora mismo me preocupa bastante mas que me hayas podido dejar preñada.
  • ¿Qué?
  • Si no hay preservativo hay posibilidad de embarazo. ¿No te enseñaron eso en el colegio o sólo te enseñaron a hacer mazapanes?
  • No seas boba, lo siento, pensé que tomabas la píldora.
  • Pues no la tomo.
  • No es por ofender, pero con el ritmo de vida que llevas deberías.
  • ¿Me estas llamando puta?- dije indignada.
  • No, no te juzgo, pero es cierto, lo que nos ha pasado hoy es algo que puede pasar con facilidad.- suspiré resignada porqué tenía razón. Hacía tiempo que no tenía incidentes de ese tipo, pero cuando era mas joven y mas loca me pasó un par de veces y tuve que correr a buscar la píldora del día de después.
  • La tomé durante un tiempo, pero lo dejé.- confesé.
  • ¿Por qué?
  • ¡Pues porqué se me puso un culo como una plaza de toros!- Hugo se echó a reír.
  • Oye no te rías, me maté en el gimnasio para que volviera a estar como está ahora.
  • Lo siento, oye Dani lo siento ¿vamos ahora a la farmacia, vale?- yo asentí.- Pero cenemos antes o voy a morir antes de poder dar otro paso.
  • Yo también estoy muerta de hambre.


Cenamos y después nos marchamos en busca de una farmacia de guardia y luego fuimos directo al bar. Al llegar, nos encontramos a Juan en la barra, estaba serio y parecía preocupado:

  • ¿Qué pasa Juan?- dijo Hugo dicharachero.- ¿A qué viene esa cara?
  • Yo tengo que hablar con vosotros.- Ahí empecé a preocuparme.
  • ¿De qué?- tuve valor para preguntar.
  • Voy a cerrar el bar. Bueno, a venderlo en realidad.
  • ¿Qué? ¿Porqué?- preguntó Hugo, yo estaba empezando a hiperventilar.- Si el bar funciona.
  • Ya lo se, pero veréis mi hijo tiene problemas.- Él hijo de Juan siempre le traía problemas, pero para que Juan tuviera que vender el bar esta vez debía ser algo muy serio.- Y necesito el dinero que me darán por el traspaso.
  • Bueno...-dijo Hugo.
  • Lo siento chicos.- Creo que mi piel palideció y yo estaba estática.
  • ¿Dani, estás bien?- me preguntó Hugo.
  • Estoy...tratando de encajarlo.


Juan se disculpó un par de veces mas, nos informó de que el día 30 sería nuestro ultimo día y finalmente se marchó. Cuando salió por la puerta yo empecé a maldecir:

  • ¡Joder que putada!- dijo Hugo.
  • No es una putada, es lo siguiente.- exclamé.- ¿Ahora cómo voy a llegar yo a fin de mes?
  • Pues tú no lo se, pero yo voy a vender un riñón en el mercado negro.
  • Yo creo que me prostituiré.
  • Eso no, que si no me voy a dejar todo el sueldo contigo.
  • ¡Idiota!
  • Vamos, seguro que encontramos algo.
  • Si, como la cosa está para tirar cohetes.- ironicé.



Esa noche fue tétrica, no porqué no hubiera clientes, si no por la noticia que nos dio Juan. Tendría que borrarme del gimnasio, tirarme a las ofertas y con eso aún dudaba que fuera capaz de pagar el alquiler y devolverle a mi madre el dinero que me había prestado para comprar el coche. Por no hablar de que comprar ropa había llegado a su fin. Cuando llegué a casa me fui deprimida a dormir.


El día siguiente me fui a trabajar de mal humor y estuve casi todo el día de morro, creo que incluso asusté un poco a los clientes. Por si eso fuera poco recibí un mensaje de Álvaro, no os penséis que no hubiera tenido noticias suyas des de nuestra conversación, él me había mandado bastantes mensajes, pero yo, como una cobarde lo había ignorado. A medio día, cuando salí de la tienda me estaba esperando:

  • Álvaro.- dije en cuanto le vi.
  • Hola Dani.- dijo él.- Como no respondías mis mensajes he pensado que estaría bien venir a verte.
  • Yo...
  • Anda ven, te invito a comer.- Fuimos a comer a un Fresco que había cerca de la tienda, elegí ensalada y él un plato de pasta.- Se que a estas alturas si no me has respondido es porqué no me correspondes.
  • Ya te dije que era lo que pensaba de todo el asunto.
  • Cierto...pero tenía la esperanza de que te dieras cuenta de que estás locamente enamorada de mi.
  • Lo siento. Eres estupendo, de verdad, pero ya me conoces.
  • Sólo quería aclarar las cosas, y decirte que si un día te iluminas no dudes en llamarme.
  • Si eso pasa lo haré.- en ese momento alguien y cuando digo alguien me refiero a Lars, se acercó a nuestra mesa.
  • Dani, que alegría encontrarte aquí- me dijo.
  • Hola.- se inclinó para darme dos besos.- Si, que coincidencia.- No es que tuviera que dar explicaciones a nadie pero no me sentía cómoda con ese encuentro. Sobretodo por Álvaro, al pobre lo estaba mandando a volar y se presentaba Lars.
  • He venido a comer con un amigo.
  • Él es Álvaro, un amigo. Álvaro él es Lars, otro amigo.- hice las presentaciones. Ellos se dieron la mano. Entonces Álvaro miró el reloj.
  • Dani, yo tengo que marcharme.- se levantó pese a que su plato de pasta estaba casi intacto.- Llámame si necesitas cualquier cosa. Lars, un placer.- Con esto se fue.
  • Siento si he interrumpido algo.- dijo Lars.
  • No importa.
  • Parece que te has quedado sola ¿te sientas con nosotros?
  • No querría molestar.
  • No molestas. Vamos.- Lars cogió mi bandeja con la ensalada y mi bebida y se encaminó hacia su mesa. Yo cogí mi bolso y chaqueta y le seguí. Se sentó en una mesa que estaba vacía.
  • ¿Y tu amigo?
  • Está en la cola. Ahora viene.- Y vino, su amigo era un hombre mayor, bueno mayor, tenía suficiente edad para ser mi padre pero eso no evitó que lo encontrara terriblemente sexy, sexy en plan profesor. Tenía el aspecto del típico profesor universitario que trae loca a las estudiantes, no sólo por su sexappeal, si no también porqué es el estereotipo de hombre culto.( http://www.elconfidencial.com/fotos/noticias/2009022790viggo_art.jpg )
  • Dani, te presento a Bjorn.- genial, otro nombre raro.- Bjorn, ella es Dani.
  • Encantado.- dijo él.
  • Igualmente.
  • Ahora que tienes compañía iré a por mi comida.- Lars se levantó para ir a servirse dejándome en un incomodo silencio con ese señor. Decidí darle algo de conversación.
  • Así ¿de qué conoce a Lars?- pregunté.
  • Fue uno de mis primeros alumnos en la universidad.- contestó.
  • ¿Es usted también profesor?
  • Sí, en la universidad de Estocolmo, he venido por una conferencia. Y porfavor nada de usted.
  • Pues déjame decirte que tienes un español perfecto.- El se rió.
  • A eso tengo que decir que mi mujer es española. Andaluza para ser exactos.
  • ¿Y cómo la conociste?
  • Pues cuando era joven vine de vacaciones y estaba en Granada cuando la vi y me enamoré de ella. De eso hace 23 años ya.
  • ¿Contando batallas?- interrumpió Lars.
  • Sólo historias de amor.- apuntó Bjorn guiñándome un ojo. Ese hombre me caía bien.


Comimos mientras Bjorn hablaba y hablaba, me contó que suspendió a Lars el primer año solo por rabia, porqué a pesar de que aprobó los exámenes iba a su clase solo a ligar con sus compañeras.

Cuando me di cuenta ya era hora de volver al trabajo, me despedí de ellos y Bjorn me invitó a asistir a su conferencia, tuve que declinar la invitación ya que trabajaba y seguramente me hubiera dormido y quedado mal. Lars me dijo que me llamaría.


Llegué a casa de la tienda agotada y acalorada, odiaba el estúpido tiempo primaveral, de un día para otro hacía calor, pero no lo suficiente para ir sin una chaqueta y demasiado para según que chaquetas, era un asco.

Fui a dejar mi cazadora y el bolso en la habitación, cambié mis zapatos de la calle por mis pantuflas y fui directa a sentarme un rato en el sofá. A los dos minutos de estar haciendo zapping salió Edu del baño, solamente con una toalla colgando de sus caderas y zapatillas de ir por casa:

  • Hola cari.- me dijo.
  • Hooola.- dije yo mientras admiraba su cuerpo. A veces me daba tanta pena que fuera gay.
  • Deja de mirarme así, pervertida.
  • ¡Es que me provocas!
  • ¡Si es que no se puede ser tan divino!- se rió de él mismo y se sentó a mi lado tal cual iba.- ¿Qué tal estás?
  • Cansada. Hoy me siento particularmente agotada.
  • Es el tiempo que es un asco.
  • Si y eso y que pronto voy a estar en la ruina.
  • No seas tonta, yo jamás permitiré que estés en la ruina. Seguro que encontrarás otra cosa y si no yo te puedo prestar dinero.
  • No quiero que nadie me preste dinero.
  • Mira que eres cabezota.
  • Dejemos el tema ¿vale?
  • Como quieras.- después de unos minutos en los que Edu y yo estuvimos hablando de tonterías llegó Hugo.
  • Hola mis amores.- saludó contento mientras se sentaba al lado de Edu.
  • ¿Y tú por qué estás tan contento?- le pregunté.
  • No lo sé, será que me pongo contento sólo con verte.
  • Pues a mi me pasa todo lo contrario.
  • A mi no, Hugo, yo también me pongo contento de verte.- le dijo Edu.
  • ¿Qué haría sin ti?



Esos dos empezaban a ponerme enferma, se estaban llevando demasiado bien. Edu propuso salir a cenar y pese que a pronto estaría mas pelada que el culo de un mandril, con el tiempo que hacía apetecía salir de casa por las noches. Los tres fuimos a cenar a un bar que había cerca de casa, nos sentamos en la terraza y pedimos unas cañas y cenamos pizza.


Después de la cena, que la verdad es que fue bastante divertida, Hugo y yo nos fuimos a trabajar, quedaban ya muy pocas noches y las ganas que teníamos de trabajar eran nulas:

  • Que pereza.- le comenté a Hugo.- Ir a trabajar para nada.
  • Es un asco, pero no podemos hacer nada.
  • Lo se. Así que pon buena cara.- dijo apretándome suavemente el muslo.- sonríe a los clientes a ver si nos dejan buenas propinas.
  • Sí, con las propinas sobreviviremos.- dije irónicamente.


Trabajamos esa noche, y fue una noche divertida, estaban la mayoría de clientes habituales y como ya sabían que íbamos a cerrar, fue como una pequeña despedida:

  • Es una pena, Dani.- dijo Miguel, Miguel había venido todas las noches de lunes a viernes des de hacía por lo menos cuatro años. Vamos, no había día que yo no lo hubiera visto en el bar.
  • Ya bueno, hay mas bares.- le contesté.
  • Sí pero tu sólo estás en este.- respondió guiñándome el ojo. Miguel siempre hacía comentarios así, pero no los decía en serio, puede que al principio pero ahora ya era mas una costumbre.
  • Creo que a tu mujer le va a gustar que cerremos el bar. Así seguro que vuelves mas pronto a casa.- le dije mientras secaba los vasos.
  • ¡Dios, es cierto! Va a tener un gran disgusto, si a las horas que llego dice que no tiene ganas de verme ¡imagínate ahora que estaré más horas en casa!- los que estaban sentados en la barra se rieron del comentario.
  • ¡Ah muy bien! ¿Así que te he soportado todos estos años porqué tu mujer no quiere verte? Pues dile de mi parte que si se casó contigo que apechugue ¡No estoy soltera para aguantar a los maridos de los demás!- seguí con la broma y siguieron las carcajadas.
  • Dani ¿estás soltera?- dijo de pronto otro cliente.- Eso tendría que ser pecado ¡Yo me caso contigo ahora mismo!
  • ¡Y yo!.- exclamó otro del fondo del local que había entrado ese día por casualidad.
  • Creo que perdéis el tiempo.- dijo una mujer, había un grupo y se habían acercado a pagar a la barra.- Por como aquí esta hermosura.- dijo refiriéndose a Hugo.- la mira, yo diría que tenéis una dura competencia. ¿Qué digo competencia? ¿Lo habéis visto? Cariño, si yo fuera tu.- me dijo.- ¡No me lo pensaba dos segundos!- Las otras mujeres la respaldaron, eran todas cincuentonas, de las que ya no tienen vergüenza de nada.
  • ¿Dani?- intervino Hugo.- es demasiado gruñona. En cambio ¿Tú que haces está noche, corazón?
  • ¡Ui!- dijo ella.- Cariño mío tengo 53 años, soy demasiado vieja para ti.
  • ¿53?- siguió Hugo.- Yo no te ponía ni 40.- Ella se rió sabiendo que Hugo estaba flirteando para seguir con la broma.
  • Pues si, ya se que me conservo muy bien.- todas sus amigas le dijeron lo estupenda que estaba, era mentira, estaba arrugada y le sobraban varios kilos.- Pero soy mayor para ti, no podría seguir tu ritmo.
  • Yo tampoco soy tan joven.
  • ¿Cuántos tienes?
  • ¿Cuántos me echas?
  • ¡Ui, yo te echaría lo menos 6!- dijo una de las amigas descaradamente.
  • ¿Seguidos? Puede que no llegue a los 30 años, pero tampoco estoy para estos trotes.- exclamó Hugo.
  • Chato.- le dije.- Seis ni a los 20, ahora por no llegar seguro que no llegas ni a 3.
  • Mujer, a 3 sí. Con un poco de esfuerzo y comiendo algo para recuperar fuerzas igual hasta podrían ser cuatro.- fanfarroneó él.
  • ¡Já!- exclamé.- No seas fantasma, culito prieto.- a las señoras pareció gustarles el mote porqué lo repitieron.
  • Si quieres luego te lo demuestro, muñeca.- Hubo un par de silbidos.
  • Déjalo estar, no quiero tener que llevarte luego al hospital.- Hugo se volvió hacía las señoras.
  • Me rechaza porqué soy tan encantador que tiene miedo de enamorarse de mi.
  • Te rechazo porqué eres un tarado. Anda haz algo y cóbrales que llevan aquí un cuarto de hora.- pasé por detrás de él para ir a servir y le di un cachete en el culo mientras les picaba el ojo a las señoras. Hugo dio un respingo y ellas dejaron una buena propina.



Cuando al fin llegamos a casa estaba algo cansada pero como en el bar había sido una noche de muy buen ambiente también me sentía animada. Hugo se despidió de mi con un buenas noches y se metió en su habitación. De pronto yo me encontré en mi cuarto, desvelada, sola y sin saber que hacer. Repasé por unos minutos la noche y recordé lo que me había dicho Hugo. Sin pensarlo dos veces me desvestí, comprobé que la ropa interior que llevaba estuviera conjuntada, por suerte las dos piezas eran del mismo conjunto (https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNOlJ5PBzoMqePnesXpB3DdMUHKFWDzELRABXahHmSphwSuWiCCVIeIG7pLMP90c00VMwqSmV-pWRs3rnpXBvTcDfLEB4ZHsZGv6nHiHSe341hVs3OfaXFskFs0sHtvXaAye09Qs8IYKnn/s1600/Izabel+Goulart+%2528+Victoria%2527s+Secret+lingerie+200809%2529+%252812%2529.jpg ) ¿Qué? Soy una chica estupenda, pero no se puede ir ideal de la muerte siempre.

Volviendo al tema de que iba conjuntada salí de mi habitación y me metí en la de Hugo, la luz ya estaba apagada y él metido en la cama, no me escuchó entrar, o pude que ya estuviera durmiendo, me importó muy poco así que trepé a su cama. Supongo que él no estaba tan dormido ya que cuando sintió mi peso se incorporó de golpe:

  • ¿Qué coño?- encendió la luz enseguida, y entonces me vio.- Dani ¡qué susto, joder!- sus ojos recorrieron mi cuerpo.- ¿Qué haces aquí encima de mi?- me hizo la pregunta pero no parecía estar muy disgustado por mi presencia ya que sus manos ya estaban subiendo y bajando por mis muslos.
  • Tienes algo que demostrarme.- le dije haciendo referencia a lo que él había dicho en el bar.
  • ¿Y lo de los 4 tiene que ser hoy?- ya se había incorporado y tenía sus labios pegados a mi cuello.- He estado trabajando todo el día.- me besó.
  • No, lo de los 4 no tiene que ser hoy.- le devolví el beso.- Aunque no creo que pudieras aunque te pasaras el día entero en el Spa.
  • Dani.- me tumbo de espaldas a la cama y se puso encima de mi.- No sabes donde te metes.

Perdón por tardar tanto pero he estado liada, supongo que esperabais capituo de El castigo de Eris pero la inspiración no ha llegado para Eris. Me gustaría que dejarais vuestros comentarios. Besos, AN.

3 comentarios:

Mariela dijo...

Me encantó el capítulo, bueno, en realidad, me encanta la historia en general!!
Saludos =D

Anónimo dijo...

Opino igual que Mariela... Subirás pronto el siguiente?
Kss!

An dijo...

cuando pueda, estoy en ello!