Capitulo 9. Sin título.

 Bueno se que he tardado más de lo que prometí pero como veréis es un   capitulo extralargo, tanto que podrían ser dos, pero bueno... La primera parte puede que no os resulte tan interesante ni que os guste tanto pero sirve para conocer un poco más a Alex y comprender la relación que tiene con Siena. Creo que la segunda parte os gustará y ¡no quiero desvelar nada más! La foto ya es bastante reveladora. En fin leed el capitulo y os dejaré más cositas escritas al final.

Diciembre fue un mes bastante caótico, casi no vi a los chicos, no porque no quisiéramos, simplemente los tres estuvimos ocupados. Pol, con la campaña de navidad tuvo que trabajar todos los días, y Alex y yo teníamos que rematar trabajos y exámenes en la universidad antes de empezar las vacaciones. 

El día 21 salí de un examen a las 11.30 de la mañana ¡estaba eufórica! No es que el examen me hubiera ido especialmente bien, en realidad estaba bastante segura que la había jodido en la segunda pregunta pero ¿a quién le importaba? Lo importante era que oficialmente estaba de vacaciones y aunque después de ellas seguía teniendo exámenes me merecía, por lo menos, un par de días de descanso. Por eso, por el espíritu festivo que me había invadido, fui con mis compañeras de clase al bar de la facultad a celebrar que éramos libres. Compramos unas cervezas y nos sentamos en nuestra mesa favorita a hablar de tonterías y a criticar a la gente que nos caía mal de nuestra clase. Media hora después, mi móvil, que estaba encima de la mesa, vibró al recibir un whatsapp; sonreí al ver que era de Alex.

“He terminado mi última práctica infernal. Voy para el centro ¿secuestramos a Pol y comemos juntos?”

Sonreí como una tonta a causa del mensaje, realmente había pasado demasiados días sin verlos, los echaba de menos, le contesté a Alex:

“¡¡Yo también he terminado mi examen hace un rato!! Estoy en el bar de mi facultad celebrándolo con mis compañeras. Me parece genial lo de ir a comer pero es algo temprano ¿por qué no te pasas por aquí y te tomas algo? ¡Tengo muchas ganas de verte!

La respuesta de Alex no se hizo esperar mucho tiempo.

“Voy para allá. También te he echado de menos estos días.”

Satisfecha con la respuesta de Alex guardé mi móvil y levanté la cabeza con la intención de volver a meterme en la conversación que había estado manteniendo con mis compañeras. Me sorprendió ver que ellas estaban observándome muy atentamente:

• ¿Qué?- pregunté.
• ¿Se puede saber por qué estás sonriendo como una tonta?- Me preguntó Laura que era la más directa de ellas y también con la que yo tenía más confianza.
• Porque estamos de vacaciones.- respondí.
• Claro...¿quién te ha enviado el whatsapp?- insistió.
• Mi amigo Alex.- Les expliqué.- Va a pasarse por aquí.
• ¿Tu famoso amigo Alex?- esta vez fue Rebeca la que preguntó. Conocían la existencia de Alex y de Pol porque después de que Pol me hubiera secuestrado de la biblioteca me habían interrogado, yo les hablé de ambos.
• El mismo, solo le he visto un par de veces este mes y estoy contenta. Luego iremos a buscar a Pol a la tienda y le obligaremos a ir a comer.
• Tienes una relación muy rara con estos chicos.- Me dijo Laura.
• Puede parecerlo.- acepté.- Pero en realidad no lo es. Son realmente geniales y no lo se... nunca he estado tan agusto con nadie.
• Eso ya lo sabemos, ya nos has dicho lo estupendos que son. Simplemente es raro que describiéndolos como lo haces, que casi parece que son perfectos, no quieras tener algo con al menos uno de ellos.- Me encogí de hombros.
• Las cosas son perfectas tal y como están.

Un cuarto de hora más tarde llegó Alex, vino con su característica forma de andar, un tanto chulesca, y con una sonrisa pícara pintada en la cara. Por una vez no me importó que me saludara de forma escandalosa, me abrazó levantándome del suelo e incluso me dio un par de vueltas. Cuando me soltó para besuquearme como normalmente hacía me di cuenta que media facultad nos estaba mirando, había que nos contemplaban con una sonrisa divertida, otros con una mueca de desagrado, algunos con abierta curiosidad (esos eran los que me conocían de coincidir en algunas clases e iban a empezar a hacer suposiciones) y finalmente los que solo habían levantado la cabeza por el alboroto montado por Alex y nos miraban con indiferencia.

Me deshice de los brazos asfixiantes de Alex:

• ¿Cómo te puede gustar tanto montar el show?- le pregunté divertida.
• Creo que llevo una folclórica dentro.- Me reí ante su respuesta.
• Estás loco pero igualmente estoy muy contenta de verte.

Le di un codacito en las costillas y pasé a presentarlo. Como era de esperar Alex estaba encantado de recibir tanta atención femenina y mis compañeras estaban encantadas con Alex que había dejado fluir libremente todos sus encantos. Se había pedido una cerveza y me había comprado otra a mi. Terminé sentada en sus rodillas a causa de la escasez de sillas, por lo visto todo el mundo había decidido bajar al bar tras terminar sus clases, Alex se sentó en mi silla y yo encima de él. Estábamos charlando animadamente con las chicas cuando él reparó en algo:

• ¿Quién ese pimpollo que me mira como si quisiera asesinarme y arrancarme los ojos con una cuchara oxidada?- preguntó Alex mirando al chico sentado dos mesas más a la izquierda.
• Marc.- respondió rápidamente Laura.- Lleva enamorado de Siena desde primero.
• No te inventes cosas.- dije yo.
• Cielo, eres la única que no quiere darse cuenta de que el desgraciado está loco por ti.- Decidí contestar solamente con una mueca.
• Es verdad.- metió baza Rebeca.- El chico está enamoradísimo y si no quieres creerlo explicanos porqué está a punto de venir aquí y destripar a Alex.
• Pues porque...- empecé a decir pero inmediatamente me di cuenta de que no había ninguna excusa y de que probablemente ellas tuvieran razón.- Bueno no se porque.
• Ahí está. Marc está enamorado.
• Que yo no tenga un argumento válido de porqué quiere eliminar a Alex no significa que esté enamorado. Si lo estuviera, cosa improbable porque no hemos hablado más de tres veces desde primero, ha tenido tiempo de sobra para hacérmelo saber.
• Claro, como tu eres tan simpática con los chicos.- Esa fue Laura y de nuevo estaba en lo cierto.
• ¿Podemos dejar el tema?- supliqué.
• Claro.- En ese momento el muy cabrón de Alex saludó alegremente a Marc, él se levantó indignado de su sitio y de fue.
• ¿Por qué has hecho eso?- le pregunté.
• Simplemente saludaba a tu acosador.

Alex era todo un caso. Cuando terminamos nuestras cervezas nos despedimos de las chicas y nos fuimos a buscar a Pol a la tienda. En la calle hacía un frío espantoso de manera que me apresuré a abrocharme el abrigo correctamente y tras cerrarlo casi herméticamente me enganché al brazo de Alex:

• ¿Vas a ir a tu casa estas navidades?- Obviamente iba a pasar las navidades con su familia pero se lo pregunté para que me dijera que día iba a irse.
• Sí.- me contestó él resignado.- Me iré el 23 o el 24, todo depende de cuando llegue a casa mi hermano.- Alex no solía hablar mucho de su familia y aunque sabía que tenía un hermano pequeño no me había contado mucho sobre él.
• ¿Tu hermano está también en la universidad?
• ¿Mi hermano? No, tiene 17. Está en un internado.- Eso me descolocó.
• ¿En un internado?
• Mis padres no son muy...¿cómo decirlo sin que parezca que son unos imbéciles?  Ellos no suelen estar en casa por negocios y tal. No son los mejores padres del mundo pero tampoco son horribles.- Me explicó.- Cuando yo vivía en casa, mi hermano y yo nos quedábamos allí con una mujer que nos cuidaba.
• ¿Una especie de niñera?
• Más o menos ¿suena un poco a película mala, verdad?
• Un poco.- reconocí.
• Por eso no lo cuento.- bromeó.- El caso es que aunque no te lo creas soy una persona decente y me comportaba bastante bien en casa.
• Nunca he dicho que no seas decente, a menos que estemos hablando de sexo.
• No me hables de sexo que me subo por las paredes ¿qué os pasa a las chicas que no tenéis tiempo para echar un polvo? Yo también he tenido trabajos exámenes y prácticas pero el sexo es necesario para liberar tensiones.- Alex se estaba yendo por las ramas.
• Deduzco que llevas días sin sexo pero me estabas hablando de tu hermano.
• Cierto. Bueno el caso es que cuando me vine a la universidad el salvaje de mi hermano entró en la adolescencia y volvió loco a todo el mundo. No estudiaba, no iba a clase, se emborrachaba,...cosas de éstas que los adolescentes se creen que tienen que hacer para rebelarse.
• Entiendo.
• Bueno, a riesgo que mi hermano se convirtiera en Macaulay Culkin mis padres decidieron enviarlo a un internado en Inglaterra.
• ¿Y eso sirvió de algo?
• Al principio no. Luego hablé con él y parece que al menos en cuánto a clase y borracheras la cosa va mejor. Con mis padres...bueno, los odia bastante.
• ¿Qué le dijiste?
• Que dejara de hacer el imbécil o le daría tal paliza que le dejaría inservible para cualquier actividad humana. Después de las amenazas pasé a la charla de que solo se perjudicaba a si mismo, le dije que intentara ser listo que un internado al fin y al cabo no estaba tan mal y que cuando estuviera en la universidad no tendría que rendir cuentas a nadie.
• ¿Y le convenciste con eso? Si a mi mis padres me mandan a un internado me suicido.
• ¿Por qué? Se supone que tienes amigos ahí y que a parte de ir a clase como en cualquier sitio, puedes estar haciendo el idiota con tus amigos mucho más tiempo.
• Visto así...Pero a ti no te gusta ir a tu casa.- le dije.
• Me aburre.- reconoció él.- Me alegro de ver a mis padres y a mi hermano pero a las dos horas todo se vuelve aburrido y si mi hermano decide que quiere joder el día todo se vuelve bastante insoportable. 
• Bueno pues llama cuando te aburras. Seguramente yo estaré igual de aburrida o más.- La ultima vez que hablé con Pol me dijo que Meri iba a venir por navidad lo que suponía que cuando él no estuviera trabajando estaría con ella. Por lo tanto sin Pol y sin Alex mis navidades serían bastante sosas.
• No te preocupes, estaré aquí para fin de año.

Nos encontramos con un Pol bastante estresado, nos lo llevamos a comer y se estuvo quejando durante un buen rato de lo inútil que era el chico que habían contratado como soporte de Navidad, finalmente pareció estar de mejor humor cuando se llevó algo sólido al estómago. Entonces comenzó una charla agradable y relajada como lo era habitualmente. Pol, que pesé al trato con Meri había sido fiel hasta, estaba ansioso por verla:

• El único inconveniente es que voy a tener que ir a comer y cenar con su familia.- se lamentó.
• Bueno es Navidad.- le dije.- Mejor eso que quedarte solo en casa ¿no?
• Pues no se que decirte, al menos en casa se que nadie quiere destriparme. El padre de Meri no me traga.
• ¿Por qué no?- le pregunté intrigada.
• No lo sé, supongo que porque soy el novio de su hija y hay una ley universal de padres que le hace odiarme.
• Sí, eso o es que aún se acuerda de aquella vez que os encontró en plena faena.- soltó Alex como quien no quiere la cosa.
• Si, pude que sea por eso.- me eché a reír.
• ¿El padre de Meri os pilló haciéndolo?
• Más bien la pillo a ella de rodillas.- Dijo Alex antes de que Pol tuviera la oportunidad de explicarse.- Si sabes lo que quiero decir.
• ¡Dios mío!- me reí.- No me extraña que te odie.- Pol dejó caer la cabeza contra al mesa, derrotado.
• Eres peor que Pepito grillo.- le gruñó a Alex.
• Ya pero eso te pasa por contarme las cosas.
• Touché.
• Entonces ¿salimos esta noche?- preguntó Alex entusiasmado.
• Por supuesto.- contesté.
• Mañana trabajo.- empezó a excusarse Pol.
• Me da exactamente igual que mañana trabajes.- le espeté.- Esta noche vas a salir porque apenas nos hemos visto este mes, porque os he echado de menos y tampoco vamos a vernos mucho estas Navidades. De manera que me importa una mierda que mañana vayas a trabajar con resaca, sales y punto.
• Bueno vale, pero no te pongas agresiva.- Me contestó algo asustado por mi repentino ataque.
• ¡Bien!- Alex estaba contento y levantó la mano para que chocara los cinco con él.
• Has convertido a Siena en tu malvada secuaz.- le dijo Pol a Alex ofendido. Nosotros dos nos echamos a reír.
• Estoy muy orgulloso de ella.

Después de comer y de una corta sobremesa acompañamos a Pol nuevamente a la tienda y nosotros decidimos irnos a mi casa, bueno Alex se autoinvitó. No había nadie en mi casa y fuimos a mi habitación, él se apropió rápidamente de mi portátil:

• Ya que estás tan entretenido.- le dije.- Voy a darme una ducha.
• ¿Quieres que te acompañe?- me preguntó pícaramente. Yo solo le enseñé mi dedo medio.- Tomaré eso como un no.
• Chico listo.

Cogí ropa limpia y me fui al baño donde tomé una ducha algo más larga de lo normal, estaba tan bien debajo del agua caliente que perdí la nación del tiempo. Tras recordar a Alex salí, me sequé y me vestí. Me cepillé el pelo para desenredarlo y me lo sequé con el secador, tras volver a cepillarlo recogí la ropa sucia para dejarla en el cesto y volví a mi cuarto. Alex seguía allí pero se había quedado dormido en mi cama, viéndolo me di cuenta que yo también necesitaba una siesta por lo que me tumbé a su lado y me dispuse a dormir. Me despertó Alex no se cuánto tiempo después:

• Despierta pedazo de marmota.- oí que me decía mientras me sacudía ligeramente.
• ¿A quién llamas marmota?- le pregunté ya despierta mientras me incorporaba.
• A ti. Son las ocho de la tarde, no puedes dormir tanto.- ¡Y me lo decía él que tenía las marcas de mi almohada en la cara!
• Claro porque tu hace mucho que estás despierto.
• Lo suficiente para ver como babeas.
• ¡Yo no babeo!- le pegué un manotazo en el pecho y él se rió encantado de la vida.

Alex y yo nos peleamos durante un rato, finalmente me dejó sola para ir a su casa a como dijo él “ponerse guapo”, cuando se fue yo opté por lo mismo. Plantada delante de mi armario me decidí nuevamente por mi falda de cuero y una blusa bastante simple, el dilema vino cuando sopesé si llevarla por fuera o por dentro, finalmente la metí por dentro de la falda y tras arreglarme las medias negras me calcé mi ultima adquisición, unos tacones negros demasiado altos para mi propia seguridad. Luego me maquillé y me peiné con un poco más de esmero de lo normal, al fin y al cabo no tenía nada mejor que hacer hasta que Alex pasara a buscarme. 

Mi hermana llegó cuando yo estaba peleándome con la plancha y al ver la poca gracia que tenía se compadeció de mi y me peino ella que me dejó infinitamente más presentable de lo que hubiera hecho yo. Estaba terminando de aplicarme la máscara de pestañas cuando sonó el timbre, por supuesto era Alex que venía a por mi, le pedí dos minutos más y tras remirarme en el espejo, coger el abrigo y el bolso bajé a la calle.

Habíamos quedado con Pol que cenaríamos, para variar, en su casa. Antes de ir para allí Alex y yo teníamos que pasar por el supermercado ya que nos habíamos comprometido a comprar la cena, estábamos en el pasillo del alcohol del super más cercano a casa de Pol:

• Alex ya hemos comprado suficiente cerveza, ahora por favor vayamos a por comida.
• Hmm ¿compramos también una botella de vino?
• Haz lo que quieras pero yo no voy a beber vino.
• ¿Por qué no?
• No me gusta.
• De acuerdo, entonces pillaré otro pack de cervezas.- Y Alex metió un tercer pack de cervezas en el cesto de la compra.
• ¿Qué quieres cenar?
• Me da igual, pizza o algo así ¿quieres que llame a Pol y le pregunte que le apetece?
• Si fuera por Pol compraríamos Keebab o hamburguesa.- Me fui hasta el pasillo de la verdura y tras un rápido vistazo cogí una bolsa de lechuga variada, seguí con unos tomates Cherry y compré también un aguacate.
• ¿En serio? Pol nos va a tirar esto por la cabeza.
• Bueno no cenaremos solamente esto, la ensalada es para acompañar.- Conducí a Alex al pasillo de la carne.
• ¿Qué tal unos filetes?- preguntó Alex cogiendo una bandeja.
• Por mi está bien.
• Entonces decidido. Ahora el postre y algo para picar.- Minutos después Pol abrió la puerta de su casa a medio vestir, por lo visto al llegar de trabajar había ido directo a la ducha pero aún así le había faltado tiempo. Nos abrió solo con unos vaqueros y el cabello aún muy mojado. No pude pasar por alto la imagen ya que él estaba realmente sexy.- ¿Intentas seducirnos abriendo así la puerta?- Le preguntó Alex burlón.
• Claro ¿Lo he conseguido?- bromeó Pol.
• A mi ya me tenías seducido de antes ¿A ti te ha seducido, Siena?
• Qué quieres que te diga... después de mi revolcón de esta tarde con Michael Fassbender no me convence demasiado.- Aunque pensándolo bien Pol era una especie de Michael Fassbender aunque un poco más joven.
• ¿Quién es ese?- preguntaron ellos al unísono.
• Un actor, él que hace de Magneto en X-Men primera generación.
• Ah.- volvieron a exclamar a la vez. Caminé hasta la cocina para dejar la bolsa de la compra que llevaba encima de la isla. Luego me quité el abrigo y los zapatos. Alex también se acercó para dejar las cervezas y luego me miró de arriba a bajo.- Creo que eres tu la que intenta seducirnos.
• Sabes que no tengo otra meta en la vida.- le contesté mientras empezaba a sacar las cosas de la bolsa.
• Estás muy guapa.- añadió Pol.
• Gracias...supongo.

Mientras empezaba a preparar la cena Pol desapareció para acabar de vestirse y Alex abrió la primera cerveza y atacó una bolsa de patatas que habíamos comprado, Pol volvió al cabo de pocos minutos. Se quejó de la ensalada ya que él hubiera preferido patatas fritas o algo de pan, después de dedicó a incordiar mientras bebía cerveza, lo mismo de siempre. Cuando terminamos de cenar nos quedamos un rato más en casa, charlando y bebiendo la desorbitada cantidad de cerveza que Alex había comprado, debo reconocer, que cuando finalmente salimos a la calle yo ya estaba algo borracha. Mi intención era tomármelo con calma cuando llegáramos a nuestro pub habitual pero en seguida, Alex o Pol, no se realmente cuál de los dos fue; me puso un cubata en la mano. Después de eso y al rededor de las tres de la mañana fuimos al sitio al que había ido semanas a tras con Alex y Natalia, sí, al club donde conocí a Dante. Esa noche, para mi vergüenza él volvía a estar allí.

• ¿En serio?- exclamé cuando lo vi a lo lejos- ¿Cuán gafe puedo ser?
• ¿Quieres ir a otro sitio?- me preguntó Alex al ver también a Dante.
• No, no importa. Además ya hemos pagado.- Habíamos pagado 10 euros cada uno para entrar, se ve que solo era gratis el día de la inauguración, pese a eso el local el estaba lleno.- Voy a dejar mi abrigo en el guardarropa.
• Nosotros también.- dijo Pol. Dejamos los abrigos y luego volvimos a la barra para tomar unos chupitos.- Ni tequila, ni absenta.- Avisó Pol a Alex.
• Sois unos aburridos.- Alex pidió los chupitos y nos los tomamos, no se que fue lo que pidió pero estaba realmente bueno.- Voy al baño.- nos informó inmediatamente después.

Pol y yo nos quedamos en la barra hablando de chorradas y haciendo pobres intentos de bailar hasta que volvió Alex, él muy perverso nos instó a pedir la copa que iba incluida en el precio de la entrada y así lo hicimos. Luego nos desplazamos con nuestras bebidas a un sitio más alejado de la barra donde se amontonaba la gente. Sin darnos cuenta terminamos bastante cerca del grupo de Dante, los chicos se vieron y no hubo más remedio que saludar, me alegré de ver a Manu y estuve unos minutos hablando con él hasta que noté una presencia perturbadora detrás de mi, giré mi cabeza un poco y vi que se trataba de Dante. Intenté buscar una vía de escape disimuladamente pero supongo que no fui muy sutil:

• ¿Estás intentando escapar?- me preguntó risueño.
• No.- mentí descaradamente, busqué con la mirada a Alex y a Pol. Alex estaba hablando con una chica y Pol parecía estar desaparecido.
• Definitivamente fui un imbécil por no llamarte.- ¿Qué se suponía que le tenía que contestar?
• Tranquilo, yo no me hubiera llamado a mi misma después del drama.- Empecé a escaparme pero el me detuvo cogiéndome del brazo, lo hizo muy suavemente pero ejerciendo la fuerza necesaria para que no me fuera.
• Siena, de verdad, lamento no haberte llamado.
• Y yo te digo de verdad que no importa. Realmente no esperaba que lo hicieras y menos después de que me avisarán sobre ti.
• ¿Sobre que tenían que avisarte?
• De que no eres del tipo que suele llamar.
• Tus dos amigos son unos bocazas.
• Se preocupan por mi.- Les defendí.- Pero te digo en serio que no estoy enfadada o resentida, como quieras llamarlo, nos besuqueamos y estuvo bien no tienes ninguna obligación hacia mi.- Vi aparecer nuevamente a Pol.- Si me disculpas.- Me solté de Dante y me fui pitando a los brazos de Pol.
• ¿Dónde vas con tanta prisa?- me preguntó él divertido y más borracho que la ultima vez que lo vi.
• ¡Sálvame!- le pedí.
• ¿De qué?
• De Dante.
• ¿Qué te ha hecho ese idiota?
• Nada, se ha disculpado por no llamar y luego ha empezado a mirarme de forma tremendamente sexy y como continúe así voy a ignorar mi sentido común y haré todo lo que me pida.- Pol puso cara de disgusto.
• Tampoco es tan guapo.- Me tuve que reír ante eso.
• Ouch, no te pongas celoso, tu también eres muy guapo.
• No me embauques y acompáñame a por otro.- Me ordenó levantando su copa vacía, cuando lo hizo me di cuenta de que o bien yo también me había terminado la mía sin darme cuenta o se había evaporado.

Fuimos de nuevo a la barra y esperamos que alguien dejara un hecho libre para poder pedir. Pol me pasó el brazo por la cintura y yo hice lo mismo con él, durante la espera comentamos el atuendo realmente escaso que llevaba puesto una chica, conseguimos un hueco y Pol pidió nuevas bebidas para ambos, una vez pagadas fuimos a buscar a Alex pero lo encontramos comiéndose la boca con una chica, lo miramos durante un instante:

• ¿Soy yo o hace calor?- preguntó Pol. No, no hacía calor, simplemente el ambiente estaba demasiado caldeado por culpa de Alex y su acompañante. No se si realmente eran conscientes del sitio en el que estaban porque les faltaba muy poco para ponerse a tener sexo delante de un montón de desconocidos.
• Alguien debería decirle a Alex que están en un sitio público, no quiero que lo arresten.
• Díselo tú.- me contestó Pol divertido.- Si los interrumpo yo me dará un puñetazo.
• Hoy me ha dicho que llevaba días sin sexo pero no esperaba que fuera tan...grave.
• Está muy mal acostumbrado. Anda, se valiente y dile que se vaya a follar a casa.- Le lancé una mirada asesina a Pol que solamente le hizo reirse de mi. Tomé un largo trago de mi vodka para reunir valor ya que la situación no podía ser más embarazosa y me dispuse a interrumpir el show erótico de Alex. Cuando estuve a su lado le toqué el hombro y el despegó los morros de los de la chica.
• ¡Siena!- exclamó contento.- ¿Vienes a unirte?- movió las cejas sugestivamente. Yo no pude hacer otra cosa que darle una colleja.- Mierda, eso ha dolido.
• A la próxima estupidez que sueltes lo que te dolerán serán las pelotas y tu amiga tendrá que buscarse a otro. Hola.- saludé a ella con una sonrisa.
• Hola.- me contestó ella extrañada por mi presencia.
• No se si lo habéis notado pero empezáis a tener audiencia, yo de vosotros me iría a otro sitio con más intimidad.
• Eso suena genial.- le dijo Alex a la chica.
• Sí, no suena mal del todo.- le ronroneó ella ¿por qué había chicas que eran capaces de hacer eso y sonar sexys? ¡Yo no sabía hacerlo!
• Bien, vamonos de aquí.- Alex se despidió de mi con un beso en la frente que inmediatamente me dieron ganas de limpiar y una palmada en el culo que directamente me provocó ganas de matarlo. De Pol se despidió con la mano.
• ¿Has sobrevivido?- me preguntó Pol al acercarse a mi.
• No lo creo, seguramente con ese beso me haya pegado la Mononucleosis.- Pol se rió escandalosamente.- ¡Y encima me ha dado una palmada en el culo! Te juro que mañana lo despellejaré.
• Bueno, no puedes culparle. Tu culo se ve estupendo dentro de esta falda.
• ¡Pol!- me quejé de su comentario.
• ¿Qué?- preguntó fingiendo inocencia.
• Déjalo.- le dije sacudiendo la cabeza.
• No te enfades, Siena.- me lo dijo en tono alegre y agarrando mi mano, luego me hizo dar una vuelta sobre mi misma.

Pol y yo continuamos bailando y bebiendo, sobre todo bebiendo. No se en que momento exactamente pasamos de ese comportamiento a tontear el uno con el otro, él se puso muy cariñoso y yo le seguí el juego. Nos besamos una vez al salir del baño, nos habíamos separado para entrar al baño que nos correspondía a cada uno y al salir fue cómo si algo nos faltara. Yo me metí entre sus brazos y él atacó mi boca, cuando nos separamos por falta de oxigeno él simplemente me preguntó si quería marcharme y yo accedí. Recogimos nuestras chaquetas y salimos a la calle, después de caminar unos metros él volvió a besarme y a mi me encantó. En ese momento no podía importarme menos que fuera Pol, que él tuviera novia y que nuestra amistad posiblemente se jodiera por culpa de eso.

Intensificó el beso y yo desesperada por tener más contacto me colgué de su cuello, él me rodeó fuertemente con sus brazos a fin de sostenerme más cómodamente y seguir besándome tan exquisitamente como lo estaba haciendo:

• Vayamos a mi casa.- Dijo contra mis labios.
• Entonces vuelve a dejarme en el suelo para que pueda andar.- le contesté.
• Hmm.- volvió a besarme.- Sólo porque quiero llegar a casa si no no te soltaría.- Me dejó en el suelo y deshizo su abrazo sin muchas ganas.
• Vamos.- Yo le tomé de la mano.

Fuimos hasta su casa entre besos y arranques de pasión, creo que nos restregamos el uno con el otro en más de un portal hasta que finalmente llegamos a su casa. El ascensor fue realmente tentador, no se como conseguimos salir de él, tras entrar en apartamento y cerrar la puerta todo fue realmente deprisa. Pol me agarró y volvió a besarme de esa forma tan sexy, le correspondí y mientras nos besábamos noté como él se quitaba el abrigo y luego pasaba a despojarme del mío. Las chaquetas se quedaron en el suelo en algún lugar entre la puerta y la cocina, mi blusa y su camisa les siguieron a penas unos pasos después. Recorrí el duro torso de Pol mientras él buscaba la cremallera de mi falda y besaba mi cuello, encontró lo que estaba buscando y la bajó, luego deslizó la falda hacia bajo que cayó libremente hasta mis pies; me levantó para salir de ella y me encontré sentada en la isla de la cocina ¡Dios! ¿cuán erótico era eso?

• ¿Por qué llevas tanta ropa?- me preguntó él cuando se topo con la cintura de mis medias.
• Porque es invierno y hace frío.
• Odio el invierno.

Mis manos también se deslizaron por su cuerpo hasta llegar al botón de sus pantalones. Lo desabroché pero me quedé fascinada por él antes de poder hacer algo más. Su boca bajó de mi cuello hasta mis pechos aún dentro del sujetador, pasó su lengua por mi canalillo y siguió bajando, al pasar por mi ombligo le dio también una lamida bastante sensual. Me quedé atónita cuando arrastró mi culo hacia el borde y con su mano me obligó a echarme para atrás en la encimera, me apoyé sobre mis codos y vi como quitaba mis medias. Yo estaba solamente en ropa interior cuando el empezó a dejar besos por mis piernas, mientras besaba la parte interna de mis rodillas deslizó su mano por encima de mis braguitas y me hizo jadear sonoramente. Eso le animó visiblemente porque acto seguido se decidió a quitarme esa prenda, me puse algo nerviosa. Yo no era exactamente una experta en el ámbito sexual ¡sólo había estado con un par de chicos y las experiencias fueron bastante más que decepcionantes! por eso no esperaba sentir lo que sentí cuando él puso mis piernas encima de sus hombros y pasó su lengua por mi sexo. A estas alturas creo que no hace falta decir que Pol me regaló el primer orgasmo de mi vida, me tomó totalmente por sorpresa y jamás pensé que fuera algo tan increíble.

Después de eso me ayudó a bajar de la mesa y tiró de mi escaleras arriba hasta su dormitorio, una vez allí me besó nuevamente hasta que sin darme cuenta tope con su cama, mis rodillas se doblaron solas y me senté solo para ver como Pol se desprendía del resto de su ropa. Pol desnudo era algo digno de contemplar. Se cirnió sobre mi y volvió a besarme mientras rodaba sobre si mismo y me dejaba a mi encima, yo realmente no sabía muy bien que hacer y él obviamente se dio cuenta, me quitó el sujetador y tras besarme la curva del cuello me hizo la pregunta del millón:

• No eres virgen ¿verdad?
• No.- el parecía aliviado por mi respuesta.- Pero para el caso es casi como si lo fuera.
• ¿Quieres parar?- me lo preguntó sinceramente, porque pese a todo; pese a la borrachera y al más que evidente estado de excitación en el que estaba seguía siendo Pol y seguía preocupándose por mi.
• No. Simplemente esto se me da fatal.- le respondí con franqueza.
• Entonces déjame hacer a mi.

Y lo hizo ¡vaya si lo hizo! Hasta ese momento el sexo no había sido gran cosa para mi, las dos veces que lo había hecho no me había gustado nada y tampoco era una chica que se masturbase sola, no porque creyera que fuera algo sucio o malo, simplemente no lo necesitaba.

En cuánto Pol entró en mi me invadieron un montón se sensaciones, realmente no se describir como fue, simplemente no quería que parara nunca al mismo tiempo que ansiaba poder liberarme. Poco a poco fui dejándome llevar por mi instinto y me volví más participativa, él pareció agradecerlo y gracias al momento y al alcohol dejé de lado todas las inseguridades y miedos. Después de la primera vez y de que él se recuperara lo hicimos dos veces más, en la última incluso yo estuve encima. Finalmente después de nuestro ultimo orgasmo caímos exhaustos y nos dormimos abrazados en algún momento.

Bueno ¿qué os ha parecido? Espero realmente que os haya gustado y que me dejéis vuestras opiniones, especulaciones, etc ¡¡Comentad!! Ahora mismo no se que más decir...si no sabéis quien es Michael Fassbender buscad en Google porque es realmente, realmente sexy ¡a mi me encanta! No se si he puesto algo más en el capitulo que no se entienda así que no dudéis en preguntar si entendéis o si no os son conocidas algunas expresiones. Nada más, como siempre espero que os haya gustado el capitulo y que me dejéis millones de comentarios. Besos, An. (Me voy a dormir que son las 4.42 de la madrugada y llevo horas escribiendo).