martes, 12 de julio de 2011

GMSXII: RECHAZANDO EL AMOR.

CAPITULO 9.


Había pasado casi una semana des de mi borrachera y des de que Hugo tuvo que venir a buscarme. La mañana siguiente, o bueno, casi ya era mediodía, me desperté y encontré a Hugo durmiendo a mi lado. Eso me gustó, me gustó mucho y yo volví a acurrucarme contra él, estuve un rato así hasta que él se despertó, me dijo buenos días y me besó, tierna y dulcemente, yo le correspondí el beso y al cabo de un rato estábamos haciendo el amor. No fue sexo, no fue follar, ese día Hugo me hizo el amor, lenta y deliciosamente. Cuando terminamos me asusté, me asusté mucho porqué yo no era así, yo no hacía el amor, ya no. No me quedaba durmiendo con los chicos que me gustaban.

Por qué si, Hugo me gustaba y eso me asustó, yo que había rechazado tanto tiempo el amor, yo que estaba tan en contra de lo que estaba sintiendo en esos momentos, yo que me había prometido no enamorarme nunca mas.


Hice lo que mejor sabía hacer, huir, huí de Álvaro cuando él me dijo que sentía algo por mi e iba a huir de Hugo, no por lo que yo sentía, lo haría porqué en el fondo sabía que Hugo podía hacerme mucho daño. Yo me estaba enamorando, sí, después de predicar que no creo en el amor, me estaba enamorando de Hugo y tenía que cerrar las puertas para que él no tuviera el poder de machacarme con una sola mirada o un solo gesto. Pasé por todo eso con Daniel y no quería volver a vivirlo.


Como he dicho había pasado casi una semana, era jueves y había quedado con Lars, llamé a Lars porqué era la salida mas fácil. Es guapo, atento y se que le gusto, en cambio él a mi no me provoca nada mas allá de la atracción sexual, es perfecto para mi. Saldré con él un tiempo, el suficiente como para que Hugo me deje en paz, se busque a otra y yo vea que no le interesaba tanto.


Lars pasó a buscarme por casa, me había puesto pantalones y zapatos planos porqué pensaba que iba a venir a buscarme en su moto, en cambio cuando bajé a la calle me lo encontré apoyado a un magnífico BMW, le dediqué una sonrisa des de la puerta y luego me acerqué a él para darle un beso en la mejilla, ese beso me costó mas de lo que pensaba al ir yo sin tacones, Lars era muy alto:

  • Pensaba que vendrías con la moto.- le dije.- Si lo hubiera sabido me hubiera puesto mas guapa.- Le comenté señalando mis shorts y las sandalias.
  • Así estás preciosa.
  • Gracias. Tu también estás muy guapo.- le respondí. Era cierto, con solo una camiseta blanca y unos vaqueros estaba impresionante.- ¿Dónde me llevas?- pregunté.
  • Me han hablado de un restaurante que está muy bien. Está un poco apartado pero he hecho reserva.
  • Bueno, hay tiempo.- Le sonreí y alargué el brazo para acariciarle la nuca.
  • ¿Qué has hecho hoy?- me preguntó.
  • Poca cosa, he ido a trabajar, he venido a comer a casa y después de comer he subido a la azotea para tomar un poco el sol, he vuelto al trabajo y al salir a casa otra vez, me he puesto guapa para ti y aquí estoy. ¿Qué has hecho tú?
  • He ido a la universidad, he dado clase, luego he subido al departamento, me le leído unos trabajos que tengo que corregir, luego he ido a tomar café con un compañero, he seguido corrigiendo y me he ido a casa a las 2. He comido, he ido al gimnasio y luego a casa otra vez hasta ahora.
  • ¿Vas al gimnasio? Yo pensé que esos abdominales venían de serie.- le chinché.
  • Hay que estar en forma.- dijo.- ¿O es que tu no vas al gimnasio?- me chinchó él a mi.
  • Ya no.- le respondí.- Ahora tengo que ir a correr y hacer los ejercicios en casa.
  • ¿Y eso?
  • La economía.
  • Cierto, me comentaste por teléfono que han cerrado el bar donde trabajabas ¿no?
  • Sí, es un asco.
  • Tengo un amigo.- me dijo.- que hace poco ha abierto un bar y necesita camarera.
  • ¿En serio?
  • Sí, por las noches quiere hacer música en directo, por lo que necesita a alguien que le eche una mano.
  • Eso me vendría de perlas.
  • Le llamaré.- sentenció.
  • No quiero ponerte en un compromiso, igual ya ha encontrado a alguien.
  • Si es así le diré que no pasa nada, pero no hace muchos días que me lo comentó.


El restaurante al que Lars me llevó era precioso, estaba como bien había dicho un poco lejos, en la costa en dirección a Girona. El restaurante se encontraba sobre uno de los acantilados que rodeaban una pequeña y preciosa cala. Al ser de noche no pude apreciar muy bien la vista, pero Lars de inmediato dijo que teníamos que venir de día.

El local, aunque no era muy grande estaba decorado con muy buen gusto, a menudo esos restaurantes marineros tenían una decoración de lo mas cutre, pero ese no. Nos dieron una mesa en la terraza, por suerte había traído una chaqueta, y nos preguntaron que íbamos a beber, Lars pidió vino y agua, pues él sólo iba a tomar una copa ya que conducía. Fueron a por las bebidas mientras nosotros leíamos la carta, me decidí bastante rápido, en verdad nos pusimos deacuerdo en pedir cada uno un plato que nos apeteciera a los dos y compartirlo. La comida fue excelente y la cena maravillosa, Lars era un amor, conversamos toda la cena, en verdad el que mas habló fue él, me gustaba escucharlo hablar, ya que sentía que aprendía escuchándole, me habló de antropología, de historia y de los lugares que había visitado como la India o el Amazonas, aunque en cierto modo estaba fascinada por él no podía quitarme de la cabeza a Hugo.


Cuando nos fuimos del restaurante ya era casi media noche, llegamos a mi casa un buen rato después, le invité a subir y él aceptó. Edu y Hugo estaban ya durmiendo o en sus habitaciones a punto de conciliar el sueño, conduje a Lars por el apartamento, el sitio estaba en la penumbra y lo llevé de la mano hasta mi habitación. Una vez allí le besé con ganas y él a mi. Lo despojé de su ropa e hice que sentara en la cama, él me miraba mientras yo me desnudaba, una vez desnuda me senté sobre él y volví a atacar sus labios mientras que mi mano iba descendiendo por su estómago. Al llegar a la parte mas sensible de su anatomía empecé a acariciarlo con movimientos constantes y lo escuché jadear en mi hombro. Mientras hacía eso, besaba y lamía su cuello, él en cambio recorría mi cuerpo con sus manos, encontró un hueco entre los dos por el que metió su mano y empezó el también a tocarme. Después de escasos minutos ambos estábamos mas que listos para pasar a mayores, él me hizo girar como quiso, yo me sentía diminuta a su lado pese a que yo no era precisamente baja, me colocó encima de la cama de manera que quedé de rodillas, con mis manos agarré la cabecera de la cama, él con voz ronca me preguntó por los condones, le indiqué donde estaban y un instante después le sentí entrar en mi.


Ese fue un buen polvo, el mejor con Lars hasta el momento, puede que influyera que fue mas salvaje, me puso a cuatro patas al principio, lo que siempre es bastante excitante y rudo, aunque creo que a él no le gustaba mucho esa postura por lo que pronto cambiamos a una cara a cara, fue una pena, me hubiera gustado continuar así. Aún así el resto tampoco estuvo nada mal. Después él se quedó a dormir, que era parte del plan, quería que Hugo lo viera por la mañana si no yo hubiera ido a su casa.


El sábado por la mañana me levanté a mi hora habitual, Lars estaba durmiendo y no se despertó con la alarma del móvil, lo dejé durmiendo y fui a ducharme, arreglarme y demás, volví a la habitación para vestirme y él seguía haciendo la marmota, me puse la ropa interior, unos chinos de color rojos, con una simple camiseta blanca (http://www.zara.com/webapp/wcs/stores/servlet/product/es/es/zara-S2011-s/102033/199393/CAMISETA%2BTIRANTES ) y aunque estuve segura que luego me arrepentiría me puse unos peep toe rojos en los pies (http://sandaliasmujer.net/wp-content/uploads/2011/05/blanco-peep-toe-300x286.jpg ), guardé la camiseta de la tienda y unas bailarinas en el bolso para cambiarme al llegar a la tienda. Me atusé el pelo mientras me miraba en el espejo para conseguir un poco mas de volumen, me pinté los labios y me fui.


En la tienda esos días había poco movimiento, en menos de un mes empezaban las rebajas y la gente esperaba a esas fechas para lanzarse en masa a por los saldos. La mañana pasó tranquila y cuando volví a casa para comer vi que Lars aún estaba allí, en otra situación me habría cabreado pero por como estaban las cosas me venía de perlas:

  • Hola- saludé al entrar, dejé las llaves sobre la mesa que había al lado de la puerta y me adentré. Vi que en la cocina estaba Hugo, estaba desmembrando un pollo y lo hacía un poco violentamente.
  • Dani ¡estamos aquí!- ese era Edu, estaba sentado en el sofá con Lars. Lars parecía estar agusto, no me miró con ojos suplicantes ni nada.
  • Hola.- Lars se levantó y me dio un casto beso en la boca. Mientras me besaba se escuchó un golpe seco en la cocina.
  • Creo que Hugo ya ha terminado con el pollo.- dijo Edu.
  • Sí, eso parece...-murmuré.- ¿Me acompañas a dejar las cosas?- le pregunté a Lars.
  • Claro.- Una vez en mi cuarto dejé el bolso y me cambie los zapatos.- ¿Quieres ir a comer?- me invitó.
  • Lo siento, pero estoy molida, prefiero comer algo rápido aquí y luego descansar.
  • Claro, es normal. En este caso me iré. ¿Te llamo esta noche?
  • Me parece bien. Siento no ir a comer, o invitarte a comer aquí, pero soy una cocinera terrible.
  • Tranquila, sabiendo esto prefiero no arriesgarme.- se burló.
  • ¡Oye! - Me agarró de la cintura y me dio un beso largo y profundo.
  • Te llamaré mas tarde.
  • Vamos...te acompaño a la puerta.


Después de una despedida apta para menores en la puerta volví a mi habitación y cambié las sabanas, luego fui a la cocina para meter a lavar las sucias y prepararme algo de comer. Abrí la nevera y después de un análisis rápido cogí un bric de gazpacho* y una bandeja de pechuga de pavo. Puse la plancha/parrilla en el fuego y me serví un bol de gazpacho mientras esperaba que se calentara, todo eso lo hice con los ojos de Hugo pegados a mi cogote y Edu contemplando la escena des de el sofá:

  • ¿Qué?- chillé.
  • ¿Cómo puedes ser así?- me preguntó Hugo.
  • Así ¿cómo?
  • Eres cruel, Dani.- dramatizó.- ¿Es que no tomas a nadie en serio?
  • Claro que si.
  • Pues nadie lo diría ¿sabes? No puedes pasarte la vida jugando con todos los tíos que estamos interesados en ti.
  • Yo no juego con nadie.
  • Lo haces conmigo.
  • ¿Perdona? Creo que des del principio sabes que yo no salgo en serio con nadie.
  • ¿Lo sabe Mr. Suecia?
  • Eso a ti no te importa.
  • ¿No me importa? Me importará cuando venga a partirme la cara porqué me acuesto contigo cuando tu estás con él.
  • Eso no va a pasar porqué tu y yo no nos volveremos a acostar. Lars me gusta, me gusta de verdad.- mentí descaradamente.
  • Eso no te lo crees ni tu.- me acusó.
  • Es la verdad.
  • Lars no te gusta, te gusto yo.
  • ¡Claro! mira, siento si con esto daño tu enorme ego, pero tu no me gustas. Estás bueno y no follas mal pero nada mas. Lars me gusta, creo que me estoy enamorando de él.- Oí que Edu se acercaba al escuchar salir de mi boca semejante trola.
  • Ya basta.- intervino.- Hugo, deja en paz a Dani. Y tú, ven conmigo.


Apagó el fuego y cogió el bol de gazpacho, me arrastró hasta su habitación y se me quedó mirando muy fijamente:

  • Dani, hija, yo no se porqué mientes si cada día lo haces peor.- me dijo Edu en tono serio.
  • No estoy mintiendo, me gusta Lars.- Él levantó la ceja izquierda y se me quedó mirando con cara de incredulidad.
  • Dani ¿hace cuánto tu y yo nos conocemos?
  • Hm ¿des de que empezamos la guardería?
  • Correcto, yo que siempre he sido muy dramático no paraba de llorar, te sentaste a mi lado y me dijiste que no llorara, entonces me tendiste tu Ken, mientras tu sujetabas a tu Barbie y me preguntaste si quería jugar contigo, entonces yo dejé de llorar.
  • Si, todo eso es muy tierno ¿pero a qué viene?
  • Viene a qué a estas alturas ya deberías saber que te conozco como si te hubiera parido ¡No me mientas, coño!
  • Y tú no me grites ¡Joder!
  • Mira, idiota, Lars está bueno, es guapo, inteligente y no le falta el dinero, de ti me esperaría que me dijeras que quieres dar un braguetazo, pero aunque el sueco sexy posea todas esas cualidades, no me creo nada que estés enamorada de él.
  • ¿Por qué no?
  • Pues porqué no es tu tipo y des de que el idiota de Daniel te rompió el corazón solo haces cosas raras.
  • ¿Qué cosas raras? Yo no hago cosas raras.
  • Claro que si, sólo te enrollas con chicos que sabes que no vas a llegar a involucrarte emocionalmente.
  • Eso es porqué tengo caro que el amor no existe.


Entonces Edu hizo algo que me dejó estupefacta, me dio un bofetón, bueno no llegaba a bofetada porqué apenas me tocó y lo poco que lo hizo no me dañó. Mientras yo lo miraba con los ojos muy abiertos, él puso sus manos en forma de garras e hizo como si me arañara mientras bufaba como un gato. Eso fue demasiado gay incluso para Edu, no pude aguantarme y empecé a reirme como una loca. Edu al ser totalmente consciente de lo que había hecho se puso a reír también. De tanto reír nos dejamos caer encima de la cama:

  • ¡Ai que me meo!- Edu.
  • Estás loco, cada día mas.- Poco a poco se fueron apaciguando las carcajadas y me abracé a Edu.- Tienes razón, Lars no me gusta en serio.
  • Lo sé.
  • Creo...que puedo estar enamorándome de Hugo.
  • Eso es genial, cari.
  • No, no lo es.
  • ¿Por qué no? A él le gustas.
  • Se que le gusto, pero ¿y si no le gusto lo suficiente? ¿Qué pasa si soy sólo un capricho? No quiero que Hugo o que otro me haga daño, no quiero volver a sentirme como cuando terminé con Daniel.
  • Lo se cari, pero el amor es así, tienes que arriesgarte. Además cuando pasó lo de ese grandísimo gilipollas tu eras mas joven e inocente, en el caso que lo de Hugo salga mal, no tienes que volver pasar por lo mismo.



Lo cierto es que cuando empecé a contar lo que ha sido mas o menos mi vida, os expliqué muy por encima mi relación con Daniel. Yo estaba muy enamorada, bebía los mares por él, y lo cierto es que él hacía lo que quería conmigo. No me trataba muy bien que digamos...yo en esa época estaba menos delgada, no es que estuviera gorda en absoluto, es solo que mi vientre no estaba tan plano, ahora lo está completamente por el ejercicio, pero por todas es sabido, chicas que si no vas al gimnasio siempre hay una molleja ahí delante molestando, por muy delgadas que estemos, cuando nos sentemos nos va a salir el dichoso michelín, bien, ese era mi caso y mi mayor problema eran los muslos y las caderas que los muy carbones siempre han tenido tendencia a ensancharse en cuando me descuido, como en esa época no iba al gimnasio ni hacía nada de ejercicio esas partes que he nombrado eran un poco mas prominentes.

El caso es que él siempre me lo decía, sus palabras eran “A ver cuando adelgazas un poco” al minuto, cuando veía que sus palabras no me habían sentado muy bien me decía que no iba en serio. También era bastante celoso, o eso era lo que yo creía entonces, pero se ponía muy impertinente cuando me veía hablar con otro chico, aunque ese chico fuese uno de sus amigos. Alguna vez llegó a insinuar que yo era un puta, aunque esas palabras nunca llegaron a salir de su boca hizo sentirme como tal.

Todas las malas palabras, los malos gestos, las discusiones, sus desplantes...estaban grabados a fuego en mi mente de una manera inconsciente y cuando me enteré de su infidelidad, todos sus actos tuvieron un efecto muy negativo en mi. Es cierto que frente a la gente hice ver que la ruptura no me había afectado mucho y que me dediqué a enrollar con el primer chico que pasaba, pero en secreto empecé a jugar con la comida, por suerte Edu lo descubrió casi al principio y me obligó a ponerle fin y buscar una solución a mis problemas. Gracias a él mis tonterías no se convirtieron en un problema serio.

Se lo contó a mi madre y ellos me hicieron ver que lo que estaba intentando hacer era una estupidez, fui a una psicóloga durante unos seis meses. Edu se apuntó conmigo al gimnasio y gracias al ejercicio y la comida sana mi figura mejoró y se esfumaron mis complejos.


Por suerte esos oscuros días se quedaron en el pasado y no tengo ninguna intención de volver a vivirlos. Es por eso que me da tanto miedo Hugo o enamorarme de nuevo de otra persona. Porqué no quiero darle a nadie el poder de destruirme.



*Gazpacho:Se conoce como gazpacho en la actualidad a un tipo de preparación culinaria consistente en la elaboración de una sopa con ingredientes como el pan, aceite de oliva, vinagre y hortalizas crudas: generalmente tomates, pepinos, pimientos, cebollas y ajo.1 2 Se suele servir fresco en los meses calurosos de verano. Su color varía desde el naranja pálido al rojo, según se empleen tomates más o menos maduros


Pese a mi tardanza, comentad!

1 comentario:

clara dijo...

Buen capítulo!!
Espero el siguiente pronto!
bss!