martes, 25 de octubre de 2011

SEX, DRUGS & ROCK N' ROLL.

Se que pedisteis GMSXII pero era la historia que menos avanzada tenía...intentaré publicarla esta semana (el miércoles). Bueno, ya es martes... y prometí que el lunes ¡soy un desastre! os cuelgo el capitulo 3 de Sex, drugs & rock'n roll que viene un poco picante, espero que os guste y comentad!

CAPITULO 3.


No se muy bien como, bueno, supongo que por culpa del alcohol, las drogas y el ardiente beso que esa chica y yo nos dimos, terminamos follando en el baño. Si en el baño de un pub, algo asqueroso, pero al fin y al cabo sexo, sexo sucio. Creo que después de eso fuimos hasta mi casa dándonos el lote y volvimos a follar en el sofá y luego creo recordar que volvimos a follar en mi cama. Eso sólo puedo decirlo porqué al despertarme encontré los condones en el suelo.


Esa mañana me desperté al notar que había algo a mi lado que no paraba de moverse, abrí un ojo y vi que la chica se estaba levantando.

  • ¡Oh mierda!- escuché que murmuraba.- ¿Qué coño he hecho?
  • Echar unos polvos.- le contesté divertido. Ella se asustó y dio un pequeño bote al escuchar mi voz.
  • ¡Jesús!
  • No, me llamo Dick.- me miró frunciendo el ceño.
  • Gracias por la información.- contestó con sarcasmo.
  • ¿Tu te llamas?
  • Mia.
  • Encantado.
  • Ya...- ella estaba buscando algo.- ¿Qué has hecho con mi ropa?
  • ¿Yo? Nada, pero si no está aquí probablemente este esparcida por ahí.
  • ¡Genial!

Bostecé y me removí divertido en la cama. Ella se estaba cabreando bastante. Se levantó dándome una muy buena vista de su culo, la chica no estaba mal, era bastante guapa pero estaba un poco escuálida. Abrió mi armario sin ningún tipo de reparo y cogió una camiseta, se la puso y le quedaba sexy, a penas le tapaba el culo y sus piernas parecían en verdad kilométricas. Abrió la puerta para salir en busca de su ropa y se encontró cara a cara con Piti.

  • Buenas tardes.- le dijo Piti a la chica.- Creo que esto es tuyo.- y le tendió unas preciosas bragas de encaje rosado. Ella me miró desconcertada. Yo no pude hacer otra cosa que echarme a reír a carcajadas.- Eso ríete.- dijo Piti.- Pero estoy ya un poco harto de encontrarme bragas por toda la casa.
  • Lo siento.- me disculpé.
  • ¡No es que ya está bien!- y volvió a mirar a la chica.- ¡Y tu mas vale que vayas al médico porqué este depravado es capaz de haberte pegado cualquier cosa!- ella lo miró con cara de susto.- Todo el día follando con la primera que encuentra y encima nosotros lo tenemos que aguantar.- Piti ya me estaba hartando.
  • Bueno ya, Piti, vete.- le dije levantándome de la cama.- Fuera de aquí.- y lo empujé hacia la puerta.
  • ¡Oh Dios, Dick! Tápate.- dijo divertido.- Ahora ya se porqué tienes tanto éxito con la chicas.
  • ¡Que te largues!- abrí la puerta y lo eché de un empujón. Entonces me volví hacia la chica y me disculpé.- Lo siento.- le dije.- He estado siendo un poco imbécil.
  • ¿Tu crees?- me preguntó ella que parecía que hubiera recuperado el habla de repente.
  • Sí, pero solo un poco.
  • ¿Quién era ese loco?
  • Uno de mis compañeros de piso.
  • Ya...oye ¿no me has pegado nada, verdad?
  • ¡Joder! Claro que no, estoy perfectamente sano, además, hemos usado condones.- le contesté indignado.
  • Bueno, bueno...es que como tu amigo lo ha insinuado.
  • Los capullos de mis amigos son unos amargados con una vida sexual deprimente que insisten en mandarme al hospital.
  • ¿Así que son de esos, eh?- me preguntó bromeando.
  • Unos auténticos imbéciles. Bueno, espera aquí, iré a por tu ropa.
  • Bien.


Se sentó en la cama mientras yo me ponía algo encima. Mierda, estaba jodidamente sexy ahí sentada con sólo mi camiseta. Ignorando las sucias imágenes que pasaban por mi mente salí de mi cuarto e hice una expedición por la casa buscando nuestra ropa. Casi toda estaba en el salón, allí encontré su sujetador a juego de las preciosas braguitas, sus pantalones y también los míos. Los zapatos estaban en la puerta y el resto de ropa en el recibidor. Con todo echo una bola en mis brazos volví a mi habitación no sin antes fulminar con la mirada a mis compañeros de piso. Mia seguía en el mismo sitio, me miró de una manera que no supe descifrar y empezó a separar su ropa de la bola que yo había tirado encima de la cama. La muy cabrona se las arregló para vestirse sin que yo consiguiera ver mucho o mas bien dicho casi nada:

  • Haces esto asiduamente ¿verdad?- me preguntó.
  • ¿El qué?
  • Acostarte con desconocidas.
  • Bueno...sí.- reconocí.- Y tu no lo haces muy a menudo ¿cierto?
  • Esta es la primera vez.
  • Bueno, tu te tiraste encima de mi.
  • ¿Lo hice?- Yo asentí.
  • Eso creo recordar.
  • Lo siento, estaba muy borracha.
  • No te disculpes, a mi no me molestó.
  • ¿Qué tal estuve?
  • ¿Qué quieres decir?
  • Ya sabes, anoche...en la cama.
  • ¿Me estas preguntando si follas bien?
  • Si, creo que si.
  • Bueno, no lo se. Lo cierto es que no tengo muchos recuerdos de esta noche.
  • ¿Y quieres tenerlos?


Ella ya estaba acercándose a mi, su puso de puntillas para alcanzar mi boca, me beso al mismo tiempo que rodeaba mi cuello con sus brazos, le correspondí el beso y mis manos fueron a su precioso culo, la conduje hasta la cama, sus rodillas se doblaron solas cuando encontró el borde, medio caí encima de ella, aunque me apoyé con mis manos en el colchón para no aplastarla, bajé suavemente hasta que nuestros torsos se tocaron, ella me rodeó con sus piernas y empezó a besarme el cuello, ahora mi mano derecha se había deslizado debajo de su top, encontré sus pechos, cubiertos por ese adorable pero molesto sujetador, los acaricié por encima y me aparté de ella para poderle quitar la camiseta, rodamos, ella se quedó encima, me incorporé de manera que estábamos sentados, sus pechos casi a la altura de mi boca, le quité la camiseta y le quité el sujetador. Sus tetas no eran muy grandes pero tenían una forma maravillosa, eran muy apetecibles. Lamí su escote y paseé mi lengua por su canalillo, finalmente me puse su pezón derecho en mi boca, lo lamí, mordí, besé i saboreé, ella jadeaba. Hice lo mismo con el izquierdo, mientras, ella bajó sus manos por mi torso y llegó a la cintura de mis pantalones de pijama, su mano se coló dentro y se cerró entorno a mi polla que estaba mas que preparada, empezó a acariciarme y eché mi cabeza hacia atrás. Sus labios volvieron a atacar los míos.

Era tímida y no muy experta, aunque directos sus movimientos eran algo torpes, el echo de que me besara lo demostraba, no estaba acostumbrada a lo que estaba haciendo, otra con mas experiencia se hubiera arrodillado y hubiera sustituido su mano con su boca.


Decidí hacerlo fácil, volví a tumbarla de de espaldas a la cama, le quité los pantalones y esas bragas que tanto me gustaban y que tan bien le quedaban, la besé en la boca y fui bajando, le separé las piernas y mi lengua encontró su coño. Trabajé un buen rato en él, ella estaba cada vez mas húmeda y mis ganas de follármela estaban aumentando seriamente, cuando ese impulso se hizo irresistible, me aparté, me quité los pantalones de una patada y tras ponerme un condón entré en ella de un solo movimiento. ¡Joder! estaba tan húmeda y tan estrecha que por un momento creí que haría el ridículo. Empezamos a movernos, yo mas que ella, porqué como había adivinado no era muy experta en eso. Al menos creo que lo estaba pasando bien, siendo egoísta tengo que decir que en ese momento me importaba muy poco, no se lo que ella me había echo, o mas bien lo que su coño me estaba haciendo pero era absolutamente genial.

Como ya he dicho no era la chica mas guapa, ni con mejor cuerpo, ni con mejores tetas, ni la que mejor follaba. Aún así me estaba encantando ese polvo.

Conseguí que ella se corriera y poco después, poquísimo después me corrí yo.

Segundos después me aparté de ella para no aplastarla con mi peso y me tumbe sobre mi espalda, cansado, saciado, satisfecho. Nuestras respiraciones aún estaban volviendo a la normalidad cuando ella se incorporó.

  • Bueno, esto no ha estado mal- dijo.- ¿verdad?- añadió insegura al ver que yo no respondía.
  • No.- contesté.- No ha estado nada mal.
  • ¿Pero no ha estado mal en plan esta chica es una maquina o en plan lo ha intentado?
  • Oye ¿por qué me preguntas esto?
  • Porqué no te conozco de nada, ni tu a mi, estoy segura que te dará igual herir mis sentimientos.
  • ¿Quieres la verdad?- asintió.- Bien, me ha encantado follar contigo, tu coño es gloriosamente estrecho aunque tu puedes mejorar ¿no has estado con muchos chicos, verdad?
  • Solo con uno.- Ella no parecía enfadada por lo que le había dicho.- Bien.- dijo levantándose y empezando a vestirse.- Ha sido un placer, gracias por tu sinceridad.
  • Bueno de nada ¿Algo a objetar sobre mi?- no se que me llevó a preguntarle eso.
  • ¡No! En absoluto, me lo he pasado muy bien.
  • Me alegro.- ella me sonrío mientras se subía los pantalones.- Por cierto, me encantan tus bragas.
  • ¿En serio? Gracias.- terminó de vestirse.- No te preocupes, encontraré la salida.


Se despidió de mi con la mano y salió de mi habitación, esa chica era rara, aunque adorable al mismo tiempo. No pude pensar mucho mas porqué me estaba invadiendo de nuevo la somnolencia. Me deshice del condón y volví a la cama donde me quedé frito durante un par de horas mas.


Cuando volví a despertarme era realmente tarde, me desperecé con una ducha y recogí un poco mi habitación, hice una bola con la ropa sucia y la metí toda en la lavadora, separar colores? para qué? a mi pobre madre seguramente le daría un infarto si me viera haciendo eso. De no ser por el pesado de Piti la casa hubiera estado completamente vacía, me senté con él en el sofá y tras dos porros decidimos irnos al bar. No había mucho ambiente, aún así nos quedamos. Pedimos unas cervezas y estuvimos charlando de todo un poco, a eso de las ocho me llamaron Alex y Oriol, tras decirles donde estaba se nos unieron y empezamos una mini juerga, mini porqué le dije a Piti que me cortara el suministro de drogas después de la segunda ralla, tenía la dichosa comida al día siguiente, estuvimos en el bar y luego fuimos al mismo pub de la noche anterior, me tomé solo una cerveza y ayudé a Piti a enrollarse con una chica, eso significa distraer a la amiga. Siento si sueno cruel pero odio a las amigas feas, son un horror. Esa era un auténtico espanto, casi tan alta como yo, huesuda y con cara de caballo y muchos granos ¿cómo se pueden tener granos a los 25? Sus dientes eran de troll...pobrecilla, ni siquiera era simpática. Ella lo intentó conmigo pero para mi suerte esa noche no iba suficientemente drogado, aún así creo que la rechacé de una forma muy decente:

  • Parece que lo están pasando bien.- dijo ella señalando a Piti y a su amiga. Ellos se estaban enrollando, mucho, no veía las manos de Piti. Después dice que yo soy un guarro.
  • Eso parece.
  • Oye.- dijo acercándose peligrosamente a mi.- ¿Quieres ir a otro sitio?- Y bajó su mano por mi pecho. Me aparté muy poco sutilmente.
  • Oh, lo siento...verás, estoy con alguien.- mentí descaradamente.
  • Ya...claro.- dijo sin tragarse mi bola.- antes Piti ha dicho que los dos estabais solos, pero tranquilo, se que soy fea...puedes irte.
  • Sara, en serio, tu no eres fea.- volví a mentir mucho.- Y...Piti tiene razón, no estoy saliendo con nadie, pero...bueno, me ha obligado a salir hoy para animarme.- Estoy seguro que en la vida no me hubiera ido mal como guionista.
  • ¿Para animarte?
  • Sí, verás- me puse en plan dramático.- Me he estado viendo con una chica, y la quiero ¿vale? y yo pensaba que estábamos bien, todo era perfecto, tenemos gustos similares, el sexo es increíble...
  • ¿Y cuál es el problema?- Me preguntó ella curiosa.
  • Pues que ella no ve la relación de la misma manera que yo, le dije que le quiero y incluso le propuse ir a vivir juntos, pero ella me ha dicho que esto no va así, que pensaba que yo lo veía como ella, una relación abierta y sin ataduras.
  • ¡Vaya! Lo siento mucho.
  • Gracias.
  • ¿Y ahora que ha pasado?
  • Bueno, todo esto pasó hace tres meses. Yo como no quería perderla le dije que podía aceptarlo, que me quedaría con lo que ella quisiera darme, pero el otro día la vi con otro tío...y lo siento, pero no puedo.- Iban a darme un Oscar, pronto.
  • Oh, claro que no puedes. Esta tía es una egoísta...¿cómo puede hacerte esto? Tu eres genial y seguro que mucho mas guapo que cualquier idiota al que se esté tirando.
  • Pues se ve que no soy suficiente para ella.- dije con tono sombrío.
  • Tonterías, no tienes que estar deprimido, seguro que ella al final de da cuenta de lo que vales. Y si no, aquí estamos todas las demás.- dijo dibujando un amplio círculo con su mano.
  • Lo sé, pero es que después de esto me veo incapaz de confiar de nuevo en alguien.- Definitivamente me van a contratar para escribir la próxima comedia romántica de Julia Roberts.
  • Seguro que si, con el tiempo.


Y así me libre del loro, ella me terminó consolando por una novia cabrona ficticia. Cuando le dije que me había ido genial hablar con ella y que me iba a casa me dio un abrazo y me repitió lo genial que era. Alex y Oriol se descojonaron camino a casa con mi historia lacrimógena. Esa noche dormí con un bebe.


¿qué os ha parecido?

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