lunes, 2 de enero de 2012

SOBRE RUEDAS.

CAPITULO 2.


Pasados unos días mi rutina diaria no había cambiado. Era sábado por lo que tenía fiesta y me levanté un poco mas tarde, normalmente los sábados Evan no estaba en casa, los viernes por la tarde Justin venía a buscarlo y pasaban juntos el fin de semana, pero ese fin de semana Evan estaba en casa ya que Justin estaba de viaje.


Pasados unos días mi rutina seguía su curso con la única excepción de que me escondía por los pasillos cuando creía ver a Leo. Lo sé, era patético, pero no quería encontrarme con él, me daba vergüenza. Lo conseguí evitar durante una semana en que Brook no dejó de decirme lo idiota que era. Finalmente me lo encontré saliendo del baño, yo salía y él entraba, cuando me vio parecía dudoso entre si detenerse a hablar o dejarlo estar. Creí que me había ignorado cuando nos cruzamos sin decirnos nada, suspiré tranquila pero entonces alguien me impidió mi avance:

  • Katy, quiero que sepas que no me importa que tengas un hijo.
  • Leo yo...
  • No, déjame hablar. Mira no tengo mucho tiempo, literalmente, me estoy meando mucho pero hace días que te escondes.- Yo me reí de su confesión.- Como te he dicho no me importa que tengas un hijo, me gustas y quiero salir a cenar contigo.
  • Yo...no se.
  • No ahora, mas adelante. Sólo conóceme y luego decide.
  • Está bien.- asentí porqué él parecía estar sufriendo de verdad por su pis.
  • Bien.- y se metió en el baño.


Cuando volví a estar sentada en mi mesa de la redacción me maldije a mi misma por no ser capaz de decir que no a una cara bonita, me sentí tan estúpida que me entraron ganas de llorar, como cada vez que me sentía impotente o enfadada, hay personas a las que les da por gritar, yo empiezo llorando y sigo con los gritos hasta que al final termino llorando y gritando a la vez al mismo tiempo que me sueno la nariz porqué mi vida es tan triste que no se llorar sin mocos, es derramar un par de lágrimas viendo una película o la típica lágrima que se escapa al bostezar y tener que sonarme la nariz, es humillante.

Por suerte Colin me sacó de mi ensoñación haciendo una pregunta sobre el texto de Hugh, uno de los colaboradores.


En el almuerzo Brook y yo decidimos quedarnos en el comedor de la cadena porqué para variar, estaba lloviendo, me mandó un Whats Up para decirme que nos encontráramos en la entrada, la estaba esperando cuando la vi salir del ascensor dando saltitos:

  • ¡Katy, Katy, Katy!- llegó hasta mi aún dando saltos y visiblemente emocionada.
  • ¿A qué se debe tanta efusividad?- le pregunté tras soltarme de su abrazo.
  • ¡Esta noche tengo una cita!
  • ¿Enserio? Eso es genial ¿con quién?
  • Con Heath ¿sabes quién es?
  • El chico ese de atrezzo ¿no?
  • El mismo ¿es guapo, verdad?
  • No está mal.- El chico era guapo, lo cierto es que si.
  • Tengo que ir de compras ¿me acompañarás?
  • ¿Y que hago con Evan?
  • Pues lo traes, que también parece mentira que después de 2 años aún no conozca a tu hijo.
  • Bueno...


Hicimos la cola de la comida mientras que Brook no paraba de hablar del tal Heath y de como se había acercado a ella para invitarla a cenar, nos sentamos en una de las enormes mesas junto con otros compañeros del programa y las conversaciones fueron derivando en una crítica destructiva hacia la figura de Joanne:

  • Como os oiga alguien y se lo cuente vamos a quedarnos todos sin empleo.- les avisé.
  • ¿Y quién se lo va a contar si no hay nadie que la soporte?- dijo Maggie una de las chicas de vestuario.
  • En eso tienes razón, pero nunca se sabe.
  • No le hagáis caso a Katy, es incapaz de criticar a nadie por muy mal que la traten.- intervino Brook.
  • No es cierto, lo que pasa que no me gusta hablar mal de la gente a sus espaldas.- me defendí.
  • Eso está bien Katy, no tienes que excusarte.- dijo uno de los chicos de sonido.
  • ¡Gracias!
  • Pero dudo mucho que alguno de nosotros saliera vivo si le decimos a la cara a Joanne lo que pensamos de ella.
  • Sois realmente malos.


Y así se pasó la hora de comer, sin muchas ganas todos nos volvimos a poner en marcha y antes de que me diera cuenta el programa había empezado, miré como siempre un rato junto a Brook y en la segunda pausa publicitaria me despedí para ir a buscar a Evan, luego me encontraría de nuevo con ella en Oxford Street.

Al llegar a la escuela de Evan aparqué en doble fila, puse los 4 intermitentes como muchas de las otras madres y me bajé para esperar a mi retoño, hacía frío y no quería ni imaginarme el que haría al empezar a hacerse de noche. Evan salió con tranquilidad hablando con Harry y otros dos niños, todos se despidieron con la mano y entonces mi hijo me buscó con la vista, cuando me vio yo levanté el brazo para saludarle y él empezó a andar hacia mi:

  • Hola piltrafilla.- le saludé antes de agacharme para darle un beso.
  • Hola mamá.- me devolvió el beso.
  • ¿Cómo ha ido el cole? ¿Tienes muchos deberes?- le pregunté mientras volvíamos al coche que estaba unos pocos metros mas adelante.
  • Bien, bien...- dijo él en tono pesimista.- aburrido, pero ya sabes, es un asco.
  • ¡Evan!- le llamé la atención, no era normal que un niño de su edad hablara así.
  • ¿Qué? es cierto- decidí ignorarle.
  • ¿Tienes deberes o no?
  • ¡Qué va! Los he hecho en plástica.
  • Bien, porqué he quedado con mi amiga Brook para acompañarla a un sitio y tu vienes con nosotras.
  • No me digas.
  • ¿Sabes? Estás demasiado amargado para ser tan joven.- Nos subimos al coche, nos abrochamos los cinturones y yo puse rumbo a Oxford Street, mi hijo encendió la radio. Entonces pensé en algo.- Oye, has dicho que has hecho tus deberes durante la clase de plástica.
  • Si.- respondió él a media voz.
  • ¿Por qué no estabas haciendo lo que te ha mandado el profesor?- mi hijo se hizo una bolita en el asiento y no contestó.- Evan, contesta.
  • Puede que él me haya castigado y me haya mandado a la biblioteca.- Este niño iba a terminar con mi paciencia. Respiré profundamente para no perder los nervios.
  • ¿Qué has hecho esta vez?
  • He empujado a Betty y la he mandado a la mierda.- Betty era la hija de la Sra. Corbirock.
  • ¿Por qué?
  • Porqué te ha insultado.- dejé ir un suspiro.
  • Evan, se que eso te ha cabreado, pero no debes hacer caso, Betty y su madre son un par de brujas, es mas, Betty sólo hace y repite lo que dice su madre, debería darte pena. En el caso que haya una próxima vez sólo ignórala.
  • Lo intentaré.
  • Y oye, puedo aceptar que la insultes pero jamás debes empujar o golpear a una niña. Porqué si lo haces, te cortaré a pedazos ¿vale?


Mi hijo asintió, continúe conduciendo pero estaba claro que debía hablar muy seriamente con esa bruja, pensé que al volver a casa llamaría a Justin y le comentaría el tema, seguro que él estaría deacuerdo en acompañarme a hablar con la zorra de la Sra. Corbirock.

Al llegar a Oxford Street empecé a buscar aparcamiento, era una tarea complicada pero tuve suerte y pude aparcar en una de las calles cercanas. Dejamos la mochila de Evan en el coche y después de que yo lo adecentara un poco, es decir, colocar bien su abrigo, gorro y asegurarme que sus manos estuvieran limpias caminamos hasta el lugar concreto en donde había quedado encontrarme con Brook. Ella ya estaba allí y nos saludó muy eufóricamente:

  • Así que tu eres Evan. Tu madre no deja de hablarme de ti. - mi hijo se puso rojo.- ¡Eres una monada!- chilló Brook.
  • ¡Brook por Dios no grites!- dije.- Y claro que es guapo, es hijo mío.
  • ¡Mamá!- se quejó Evan.


Después de abochornar a Evan fuimos de tiendas, entramos en una dónde había cosas muy monas, vi un par de vestidos que estaban muy bien y se los mostré a Brook pero ella dijo que no eran su estilo, pero que seguro que a mi me quedarían de muerte, al final obligada por ella me los probé y lo cierto es que si que me sentaban bien, terminé comprándolos. Eso me pasó en un par de tiendas más en las que terminé comprando ropa que no necesitaba, pero que puedo decir, soy una chica. Evan se llevó también unos zapatos nuevos y un par de camisetas. Brook se compró tres vestidos y un par de zapatos, para ser ella la que iba siempre a la última fue la que menos compró, cuando ya lo teníamos todo o eso creía yo Brook exclamó:

  • ¡Tengo que comprar bragas! Necesito unas bragas nuevas para mi cita.
  • ¿Enserio te compras unas bragas nuevas cada vez que tienes una cita?- le pregunté.
  • Pues si, da suerte.
  • Eso es una gran estupidez.
  • Venga, acompañadme y luego os dejo libres.
  • Espero que está vez sea cierto.- dijo bajito Evan, el pobre ya estaba harto de saquear tiendas.


Entramos en una tienda de ropa interior, me quedé en la entrada rebuscando en uno de esos cubos que ponen con prendas sueltas de oferta, no vi nada que me gustara así que me dispuse a buscar a Brook, la encontré examinando un conjunto muy, muy...la palabra era porno. Se trataba de un sujetador y braga negra con partes transparentes y ligas.

  • Puede que sea un poco fuerte para la primera cita.- le dije.
  • No seas tonta, ya lo sé, sólo lo estaba mirando.
  • Es...demasiado porno.
  • Pues a mi me encanta.
  • Eres una pervertida.
  • ¡Oh vamos! Ahora vas a decirme que nunca has usado uno de estos.
  • Pues no, me da vergüenza sólo de pensarlo. Tendría una pinta ridícula.
  • Pues yo creo que en azul te quedaría espectacular.- dijo una voz con acento detrás de mi. Me giré y me encontré a Leo sonriendo descaradamente.
  • ¿Qué haces tu aquí?- pregunté.
  • Estaba paseando, os he visto aquí dentro y he decidido entrar a saludar. Hola.- dijo.
  • Hola.- respondí.
  • Leo.- le llamó Brook.- Necesito un poco de opinión masculina.
  • Cuéntame.- le respondió él con una sonrisa.
  • Tengo una cita esta noche.
  • Entonces necesitas algo sexy pero no muy revelador.- puse los ojos en blanco, les dejé hablando y fui a buscar a Evan. Lo encontré sentado en un sillón al lado de las medias.
  • ¿Qué haces cariño?
  • Nada ¿nos podemos ir? Estoy cansado, mamá.
  • Lo sé, ahora nos vamos.- dije pasando la mano por su pelo.- Brook es una pesada ¿verdad?
  • Un poco, aunque es simpática.
  • Bueno, vamos a buscarla y a despedirnos ¿vale?
  • Vale.- Evan se levantó y se arrastró detrás de mi. Vi que Brook ya estaba haciendo cola en la caja mientras hablaba animadamente con Leo.
  • Brook.- le llamé.- Nosotros vamos a irnos.
  • ¿Ya?- preguntó.
  • Sí, Evan está cansado y yo tengo que hacer un montón de cosas en casa.
  • Vaya y yo que tenía la esperanza de llevarte a cenar.- dijo Leo. Yo le dediqué una mueca.
  • ¿Quien es?- preguntó Evan.
  • Oh, un compañero del trabajo. Se llama Leo.
  • ¿Tu eres Evan, verdad?- preguntó Leo con una sonrisa.
  • Si.- En ese momento sonó mi teléfono móvil. Empecé a rebuscar por mi bolso hasta que lo encontré. Era Chace.
  • Hola Chace ¿pasa algo?- El rara vez llamaba así que me preocupé.
  • Hola, no tranquila todo bien, te llamaba porqué me han llamado del despacho y tengo que ir a recoger una cosa. Me preguntaba si podías pasar a buscarlo tu.
  • Claro que puedo, pero no creo que pasa nada si vas tu.
  • Oh vamos, se ha puesto a llover y sabes que tardaré una eternidad en ir y venir ¿no te doy pena?- si claro que me daba, pero era lo último que necesitaba saber.
  • La justita. Está bien iré yo, pero solo esta vez.
  • Muchas gracias Katy, eres la mejor.
  • Nos vemos luego.
  • Adiós.- Y colgó.
  • ¿Quién era?- preguntó inmediatamente Evan.
  • El pesado de tu tío Chace.
  • Katy ¿tienes un hermano?- me preguntó Brook.
  • ¿Eh? Si, claro.
  • ¿Cómo que si claro? Hace dos años que te conozco y no tenía ni idea.
  • Ah, pensaba que lo sabías.- No acostumbraba a hablar de Chace, no por nada, pero cuando eso ocurría siempre terminaba saliendo a luz lo del accidente.
  • ¡Pues no! y oye ¿es guapo?
  • ¡Brook!- chillé.
  • ¿Qué?
  • ¡Tienes una cita esta noche y me estás preguntando si mi hermano es guapo!
  • Una cosa no tiene nada que ver con la otra.
  • Eres imposible. Vamos Evan, antes de que le dispare a Brook.
  • ¿Puedo acompañarte?- me preguntó Leo dejándome descolocada.
  • Bueno...
  • Bien, vamos.- cogió mis bolsas.
  • Nos vemos mañana.- le dije a Brook.
  • Está bien.- Ella me dio un beso en la mejilla y yo le di un pequeño abrazo.- Al menos dime cuántos años tiene.
  • ¿Quién?
  • ¿Cómo que quién? ¡Tu hermano!
  • De verdad Brook...- ella me puso ojitos.- Somos mellizos.- le dije.-Tiene 26.
  • Oh.- dijo ella excitada.- Seguro que es una monada, un tu en chico.
  • Adiós Brook.- la ignoré.- Pásalo bien hoy.


Nos fuimos de la tienda y al volver a la calle estaba, como había dicho Chace, lloviendo. Saqué el paraguas plegable del bolso y lo abrí. Evan y yo nos metimos debajo.

  • Oye.- le dije a Leo.- Está lloviendo y no llevas paraguas, es mejor que te vayas. Yo tengo el coche aquí cerca así que no hace falta que me acompañes.
  • Bueno, como quieras.- dijo él ¿desilusionado?
  • En fin, hasta mañana supongo.


Volví a coger las cosas y Evan y yo nos marchamos. Enseguida llegamos al coche y ¡genial! me habían multado, le dije a Evan que entrara, yo dejé las bolsas al maletero y fui a anular la multa. Después volví y puse rumbo a casa pasando antes por la oficina de Chace. Aparqué y Evan y yo subimos a la oficina. La verdad es que no había estado nunca, había llevado a Chace alguna vez en coche pero nada mas.

Entramos al edificio y amablemente el portero me indicó a que planta debía ir, a la quinta, subimos al ascensor y salimos directamente a la oficina, había un mostrador con una chica muy mona haciendo de recepcionista, me acerqué al mostrador:

  • Hola.- dije.
  • Hola ¿en qué puedo ayudarte?
  • Hmm, soy la hermana de Chace Gray, vengo a recoger, bueno algo, no se el qué en realidad.
  • Oh ¿eres Katy?
  • Eh...si.- Me extrañó que la chica supiera mi nombre.
  • Vaya, encantada de conocerte, cuando Chace viene por aquí no deja de hablar maravillas de ti. ¿Tu debes de ser Evan, verdad?- le preguntó a Evan. Él asintió con la cabeza.
  • ¡Que mono!- la recepcionista le sonrió.- En fin ¿Algo para Chace? Si, ha llamado diciendo que pasarías tu a buscar el portafolio. Déjame ir a buscar a Chad.- Esa chica hablaba demasiado, me daba un poco de miedo.- Un momentín.


Se levantó y salió disparada del escritorio. Evan y yo nos quedamos allí plantados mirándonos, él después de un segundo fue a sentarse en uno de los sillones que había allí. Tres minutos después la chica volvió acompañada por un chico alto, con el pelo largo, bastante mono y con una camiseta de Darth Vader.

  • Katy- dijo la voz estridente de la recepcionista- Este es Chad, tiene que explicarte no se qué.
  • Vale. Hola.- le dije al chico.
  • Hola.- dijo el chico visiblemente incómodo.- Si vienes te explicaré lo que Chace tiene que hacer.
  • Claro, ven Evan.- Evan y yo seguimos al chico hasta una sala mas grande con ordenadores y mas cacharros.
  • Bueno, lo que Chace tiene que hacer es...- y me empezó a explicar un montón de cosas raras que ni entendía ni era capaz de retener. - Creo que no estás entendiendo nada ¿verdad?
  • No, lo cierto es que no. Oye, voy a parecer una loca pero ¿por qué no vienes a casa y se lo explicas directamente a Chace? Vamos a terminar mucho antes, de verdad.
  • Ehh... bueno ¿estás segura de eso?
  • Claro, bueno ¿puedes venir, no?
  • Si claro.
  • Genial.- Busqué a Evan con la vista, lo vi sentado delante de un enrome Mac tocando cosas.- ¡Evan! No toques eso.- chillé. Él me miró con expresión inocente.
  • No estoy haciendo nada, mamá.
  • Y si había algo importante y tu lo has borrado ¿eh?
  • Mamá...que tu seas un desastre con los ordenadores no significa que yo lo sea.- Me dejó muda.
  • No te preocupes.- dijo el chico, no había abierto nada importante. Yo suspiré frustrada.
  • Este niño va a volverme loca.- el chico sonrió.- Vamos Evan, esperemos a Chad en la entrada, donde no puedas tocas nada.
  • Tardo sólo un momento.


Esperamos en la entrada y como había prometido, Chad tardó solo un par de minutos. Salió con su abrigo y el portafolio en la mano. Dijo adiós a la estridente recepcionista y nos fuimos. Le pregunté si había venido en coche o moto y el respondió que no, que no tenía carnet y utilizaba el metro. Se vino con nosotros en el coche, intenté sacarle un par de temas de conversación pero no pareció ser muy hablador. Llegamos a casa finalmente, aparqué, saqué las cosas del maletero y los tres entramos:

  • Chaceee- grité nada mas entrar.
  • ¿Quééé?- esa fue su respuesta.
  • Vamos.- le dije a Chad. Entramos a la sala donde estaba Chace delante de su ordenador.- Ha venido Chad.
  • ¿Y tu que haces aquí?- le preguntó Chace sorprendido de verle.
  • Pues que me ha intentado explicar lo que tenías que hacer pero no estaba entendiendo nada, así que lo he secuestrado y aquí está.- Chace puso los ojos en blanco.- No me mires así, sabes que no sirvo para estas cosas. Siéntate Chad ¿quieres tomar algo?
  • No gracias.
  • Bueno, os dejo ¡Evan a la ducha!- grité.
  • ¡Noooo!- chilló el otro.


Lo cierto es que éramos una casa de locos. Fui a dejar las bolsas a mi habitación y luego metí a Evan en la ducha. Se notaba muy cansado, así que me di yo también una ducha rápida y fui a preparar la cena.

  • Chad.- dije pasando por la sala- ¿Quieres quedarte a cenar?- le pregunté.
  • Eh...- el pobre parecía intimidado. Miró a Chace.
  • Vamos, quédate hombre. Aunque no lo parezca la pirada de mi hermana cocina realmente bien.
  • En ese caso tendré que quedarme.
  • ¡Genial! Aunque hoy cenaremos pizza.
  • Me gusta la pizza. -Puse las pizzas en el horno y preparé la mesa, diez minutos mas tarde estábamos cenando.
  • Así Chad.- empecé a decir- ¿Qué haces en la empresa?
  • Umm, un poco de todo.- contestó él tímidamente.
  • Bueno, no te preocupes, al principio todos empezamos así. Ya te darán algo serio.- le sonreí para infundirle confianza.
  • Esto...Katy.- me dijo Chace.
  • ¿Qué?- respondí despreocupadamente.
  • Chad es mi jefe.- Vio como yo me quedaba pasmada.- Jefe, jefe.- puntualizó.- La empresa es suya.- En ese momento me dieron ganas de levantarme e ir a meter la cabeza en la lavadora.
  • Pero ¿cómo? Yo...¿No es muy joven?- articulé al fin. Todos, incluidos Evan se partieron de risa.
  • Me halagas, Katy. Pero tengo 30 años, eso no se considera ser muy joven.
  • ¿30? ¿En serio?- el asintió con la cabeza.
  • ¡Mierda! Yo esto...lo siento mucho.
  • No te preocupes.
  • En serio, me siento idiota. Llevo todo el rato tratándote como al chico de las fotocopias.
  • No pasa nada, de verdad.
  • ¿Puedo ir yo mañana a tu trabajo y tratar a tu jefa como a una becaria?- preguntó Chace riendo aún.
  • Oh, puedes probarlo pero Joanne te machacaría al instante.
  • ¿Trabajas en la tele, verdad Katy?- me preguntó Chad.
  • Si, soy guionista.
  • ¿En qué serie?
  • Oh, no es una serie, trabajo en The Wells & Co.
  • ¿En serio? Es genial, me río mucho.
  • Si bueno, eso intentamos.


La cena continuó y me sentía bastante avergonzada por tratar al jefe de mi hermano como el chico de los recados. Cuando terminamos de comer envié a Evan a lavarse los dientes y a dormir, por primera vez no protestó, estaba cansado de la tarde de compras. Después de meter a Evan en la cama empecé a recoger la mesa:

  • ¿Te ayudo?- me preguntó Chad.
  • No, no hace falta.
  • Bueno, en ese caso me iré.- Comentó.- Nos vemos, Chace.- le dijo a mi hermano.
  • Venga, tio, hasta luego.- ¿Esas eran formas de tratar al jefe?
  • Deja que te acompañe, Chad.- Lo acompañé hasta la puerta.
  • Bueno Katy, gracias por la cena.
  • Oi si, pizza congelada ¡Menuda cena!
  • Bueno, no te creas tu...mi dieta se basa en la comida precocinada.
  • Entonces aún es mas triste que te haya ofrecido pizza.
  • No te preocupes, estaba buena.
  • En fin.- bromeé.- Le diré a Chace que te avise cuando cocine algo decente.
  • Te tomo la palabra.- me dedicó una sonrisa.- En fin, adiós.
  • Adiós y siento el secuestro.
  • Bah, ojalá chicas como tu vinieran a secuestrarme mas seguido.


Después de esa ultima frase, que me descolocó un poco, se marchó despidiéndose con la mano. Yo cerré la puerta y fui a meter los platos en el lavavajillas. Luego le desee las buenas noches a mi hermano y me fui a la cama.



FElIZ 2012!!!! Siento no haber subido nada antes pero son fechas muy movidas! De esta historia colgué sólo el primer capitulo y no había vuelto a tocarla, espero que el capitulo os haya gustado y que me dejéis muchos comentarios!

1 comentario:

Anónimo dijo...

En una palabra ''INCREIBLE''.

Att.:Denny