sábado, 24 de noviembre de 2012

Capitlo 7. Sin título.


Para cuando Pol volvió de Londres las cosas habían vuelto casi a su normalidad. Aún me sorprendía a mi misma pensando más de lo debido en el tema pero mi mente estaba mucho más despejada. 
Salí con Natalia ese sábado por la noche lo que provocó interminables quejas por parte de Alex, finalmente y solo después de que me bombeara a whatssap’s le dije donde estábamos y se nos unió. Natalia que de noche era mucho más zorra de lo normal, cuando se enteró de que Alex nos acompañaría se puso más loba que nunca. Sin embargo a él no parecía que Nat le cayera muy bien, aunque era siempre muy amable. 
Alex llegó con sus andares chulescos al pub donde Natalia y yo estábamos, sonrió cuando nos localizo y porsupuesto me hizo pasar vergüenza con abrazos y besuqueo innecesarios. A Natalia le dedicó un seco hola que hizo que a ella le hirviera la sangre de rabia. 
  • Entonces ¿qué es lo que vamos a hacer esta noche?- preguntó Alex.
  • No lo se, esperemos que cuando nos decidamos a salir de aquí encontremos a alguien que nos de flyers.- Le contesté.
  • A la aventura, eso me gusta.
  • Se que te gusta ¿te acuerdas del garito ese en el que terminamos ese verano? Estaba lleno de expresidiarios.- Alex se carcajeó.
  • Eso fue sumamente divertido.
  • ¿Qué es lo que pasó?- se interesó Natalia.
  • Pues que cogimos el metro un poco más piripis de lo normal, total que no nos bajamos donde no tocaba y Alex no tuvo mejor idea que ir a explorar la zona. Terminamos en un bar de mala muerte bebiendo con unos tipos muy raros.
  • ¡Vamos! no exageres, no eran tan raros. A mi me cayeron bien.
  • Alex, cielo, uno llevaba una pistola tatuada en la frente.
  • Oh si, Ramon, me acuerdo de él. Nos seguimos en Twitter.
  • No voy a preguntar sobre eso.- Pero Alex no me estaba prestando atención a mi si no que estaba intentando captar la del camarero.
  • Jefe.- le dijo cuando por fin reparó en él.- Otra ronda aquí, porfavor. ¿Queréis otra copa, no?- nos pregunto a nosotras.
  • Porsupuesto.- se apresuró a contestar Natalia.
  • Pues eso, otros dos vodkas con limón y otro Gintonic.- Seguimos charlando mientas esperábamos nuestras nuevas bebidas. El camarero volvió después de unos minutos con las copas y el tíquet. Como de costumbre Alex fue más rápido que yo.- Cóbrate de aquí el Gintonic y un vodka.- Le dijo al chico tendiéndole un billete de 20.
  • Ok.- fue la respuesta escueta del camarero. Aunque hubiera podido recitar un poema entero de Becker y yo no le hubiera dado cuenta. La cara de Natalia era de rabia total y parecía que Alex se regodeara en ella. Estoy deacuerdo con que Alex no tenía ningún tipo de obligación en invitar a nadie a una copa pero era realmente feo que hubiera pagado la mía y no la de Natalia. Para cuando Alex tuvo su cambio de vuelta mi mente ya había encontrado una solución para evitar el desastre.
  • Y de aquí la mía.- Dije al camarero mientras le daba rápidamente un billete de diez. Alex hizo una mueca que por suerte le pasó inadvertida a Natalia que relajó visiblemente su expresión. Por fortuna su ego era lo suficientemente grande como para creer que Alex la estaba invitando.
  • Gracias por esto.- le dijo Natalia a Alex una vez el camarero se había ido.
  • No hay de que.- contestó el secamente, luego me miró con cara de fastidio. Alex tomó un largo trago de su copa y luego anunció que iba al baño. Nat se le quedó mirando el culo descaradamente hasta que salió de su campo de visión.- Me encanta Alex.- me dijo.
  • Si, es genial.- le contesté.
  • Y me ha invitado.- Bueno eso no era técnicamente así.- ¿Crees que le gusto?
  • No existe chica que a Alex no le guste.- Me limité a contestar y ella me dio la tabarra hasta que volvió Alex volvió del baño.

Apuramos nuestras copar y decidimos trasladarnos a otro sitio, me levanté yo la primera para ir al baño antes de irnos, en cuánto estuve de pie estiré hacia bajo la estúpida falda de cuero que me había puesto esa noche al ver el escueto vestido que se había puesto Natalia, me la había puesto para no desentonar demasiado y en ese momento me arrepentía. Alex sonrió como un gato al verme:
  • Pero mírate.- me dijo.- Estás tremendamente sexy hoy.
  • Déjame en paz, Alex.- le gruñí.
  • Me encanta cuando de pones gruñona.- siguió incordiándome. Decidí ignorarle e ir al baño. Cuando volví a la mesa casi me hecho a reír ante la situación. Natalia se había cambiado de sitio para sentarse al lado de Alex, le estaba diciendo algo pero él la ignoraba abiertamente y estaba escribiendo algo en su teléfono.
  • Ya estoy ¿nos vamos?- pregunté.
  • En marcha.- Alex se puso rápidamente de pie y me pasó mi chaqueta.
  • Gracias.- Se encogió de hombros.
  • He hablado con un amigo mío y dice que han abierto un sitio nuevo aquí cerca y que es gratis.- Nos informó.
  • Podemos probar.
  • Es amigo de uno de los camareros, dice que el sitio está bien y que se está empezando a llenar.
  • ¿Te apetece ir?- le pregunté a Natalia.
  • Claro. Todo lo gratis siempre es apetecible.

Salimos del pub y Alex en un gesto gentil me ofreció su brazo para que me agarrara. Fuimos andando hasta el sitio nuevo ya que no quedaba lejos, a 10 minutos o así. El efecto de las copar empezaba a hacerse notable en mi por lo que estaba más simpática de lo normal, empecé a charlotear con Natalia y con Alex hasta que algo vino a mi mente:
  • ¿Quién es tu amigo?- le pregunté a Alex.- ¿Le conozco?
  • Creo que no, se llama Manu.- Me contestó.
  • ¿No será tatuador?
  • Sí ¿cómo lo sabes?
  • Pol me habló de él, quería aparearme.
  • ¿Con Manu?- se sorprendió.- Es muy majo pero un poco mayor para ti.
  • ¿Cuanto es mayor?- se interesó Natalia.
  • Creo que tiene 27 o 28.
  • Bueno, no es demasiado mayor.- dijo ella.- El tope es de 30, aunque siempre hay excepciones.- Yo asentí con la cabeza respaldando la explicación de Nat.
  • ¿Así cuando tenga 30 aún podré ligar con chicas de 20?- nos preguntó animado.
  • Todo depende de tu estado capilar.- le respondí.
  • ¿Qué significa eso?
  • Que si conservas todo tu pelo podrás seguir ligando, si empiezas a tener entradas la cosa se complicará.
  • Entonces estoy tranquilo, todos los hombres de mi familia tienen pelazo.

Cuando llegamos al local tuvimos que hacer nos minutos de cola pero no hubo problemas para entrar. Era gratis y no había ningún código de vestimenta. Como  había dicho el amigo de Alex, el lugar empezaba a estar bastante lleno. La música que sonaba me gustaba, al menos la canción que sonaba cuando entramos era una que yo tenía en mi lista de reproducción, así que se estaba planteando como un sitio bastante genial:
  • Conociendo a Manu no estará lejos de la barra.- informó Alex.
  • Te seguimos.- le contesté. Él me cogió de la mano y yo agarré a Natalia, así no nos perderíamos entre la gente mientras alcanzábamos la barra.
  • Creo que le veo.- escuché decir a Alex. Lo bueno de que esa noche me hubiera puesto tacones es que mi campo de visión era mucho más amplio de lo que era normalmente. Pude distinguir a un tío con los brazos muy tatuados apoyado en la barra, supuse que era Manu y vi que había acertado cuando Alex se paró a hablar con él.
  • ¡Alex!- exclamó el tipo contento. Le abrazó signo claro de ebriedad.
  • Yo también me alegro de verte.- le decía Alex.
  • Tío, llevo toda la noche bebiendo unos mejunjes geniales. No se que llevan pero creo que estoy bastante borracho.
  • Me lo creo.- Alex rió- ¿Con quién has venido?
  • Pues con mi compañero de piso.
  • ¿Dante?
  • Si, y con unos amigos suyos. Cuando vuelva a verlos te los presento, son majos.
  • Genial. Ella es Siena.- dijo presentándome a mi.
  • ¿La famosa Siena?- el tipo también me dio un abrazo.
  • No sabia que fuese famosa.- Dije yo.
  • Lo eres. Todo el mundo habla bien de ti, preciosa.
  • Tengo un estupendo relaciones públicas, majete.- Alex y Manu se rieron, en cambio Natalia carraspeó detrás de mi.
  • Oh, ella es Natalia. Una amiga de Siena.
  • ¿Qué hay?- le preguntó Manu sonriente.
  • ¿Quieres una copa?- Me preguntó Alex pasando su brazo por mi cintura. Yo le devolví el gesto.
  • Creo que debería esperarme un rato. Estoy algo borrachilla.
  • Tonterías, estás perfectamente.

Yo bufé y Alex se rió de mi, me dio un beso en la frente y me soltó para ir a pedir a la barra. Me giré para buscar a Natalia y vi que había entablado conversación con Manu y con el tipo más sexy que había visto nunca. En serio, era realmente caliente; rubio con los ojos azules, pero no con el típico aspecto angelical, lucía una barba de unos cuantos días que le daba un aspecto rudo, aunque tampoco mucho. Era alto, aunque no excesivamente, debía medir al rededor de metro 82; tenía la espalda ancha en contraste a sus caderas que eran bastante delgadas. Para acabar de hacerme babear del todo tenía un look de rockero-moderno-indie, llevaba vaqueros ajustados, una camiseta blanca y una cazadora vaquera encima. Pensé que iba a entrar en éxtasis solo de verlo. Natalia se fijó en mi y me llamó:
  • Ei ¿dónde ha ido Alex?
  • Está pidiendo en la barra.- Le contesté quitando los ojos del buenorro, la pena fue que tardé un poco demasiado y él me había pillado violándolo con la mirada. 
  • Oh, yo voy a pedirme algo también.- me dijo alegre, seguramente en realidad solo quería acosar a Alex.- ¿Quieres algo?
  • Ya se está ocupando Alex.
  • Genial.- ella se fue a buscar a Alex que estaba en el otro extremo de la barra dónde había menos gente. Me quedé enfrente de Manu y del tío bueno desconocido. Eso me puso un poco nerviosa. El chico le dijo algo a Manu haciendo que este sonriera.
  • Siena este es Dante, mi compañero de piso.- Nos presentó Manu.
  • Es un placer conocerte.- me dijo Dante antes de darme dos besos que me dejaron temblando, no pude dejar de notar como su mano se había posado en mi cintura mientras me daba los besos de presentación.
  • Igualmente.- le contesté mientras sentía mi cara arder, por suerte el sitio no estaba muy iluminado.
  • ¿Así qué te llamas Siena?- me preguntó divertido.
  • Tss.- no pude evitar resoplar.- Tengo una madre un poco lunática.- Mi respuesta fue un poco patética pero a él le hizo gracia.
  • Dímelo a mi. Siempre me he preguntado que mierdas tomaba durante mi embarazo para terminar poniéndome este nombre.- Él bromeó y yo sonreí. Entendía su punto, al fin y al cabo el se llamaba Dante.
  • Me gustaría atribuir la locura de mi madre a las drogas pero por desgracia no puedo.
  • Ya, yo tampoco. La pobre solo es una friki de la literatura.- Entonces reapareció Alex con mi copa.
  • Toma.- me dijo tendiéndome el vaso.- No quiero que te preocupes pero que no te extrañe si mato a tu amiga antes de que acabe la noche. Yo suspiré.
  • ¿Qué ha hecho ahora?- le pregunté irritada con ella.
  • Me ha tocado el culo.- Me reí, Alex se veía realmente molesto.
  • Es algo muy propio de ella.
  • ¿Des de cuándo te molesta que te acosen?- le preguntó Dante.
  • Coño, no te había visto.- le dijo Alex. Se saludaron con unos golpecitos en la espalda.
  • ¿Me has echado de menos?- le puso morritos.
  • Ya sabes que si.- Alex le guiñó un ojo y yo me aguanté la risa. Los hombres a veces eran tan ridículos.- ¿Qué haces hablando con Siena? No quiero que la perviertas.- Alex me abrazó protectoramente y Dante levantó las manos en señal de rendición.
  • Solo nos hemos presentado.- dijo con expresión culpable.- No sabía que estuviera pillada.- Mierda no quería que pensara que estaba liada con Alex, supliqué en silencio que Alex deshiciera el malentendido. Por si no pensaba hacerlo le pellizqué fuertemente pero con disimulo. Él se echó a reír.
  • Nah, tranquilo. No estamos juntos, somos amigos. Siena es libre como un pájaro.
  • Pues entonces no me des estos sustos, idiota.- De repente miró a Alex, me miró a mi, sonrió provocándome un infarto de miocardio y dijo que iba a buscar a sus amigos.
  • Mierda Siena, un poco más y me provocas una lesión lumbar.- Dijo Alex frotándose el lugar donde lo había pellizcado.- ¿Qué ha sido eso?
  • Nada.- le respondí fingiendo que no sabía que me estaba preguntando.
  • ¿Te gusta Dante?- no contesté.- Oh vamos, puedes decírmelo.
  • Quiero tener bebés con él.- le contesté. Él se echó a reír.
  • Pues a por él, estoy seguro que no se va a negar. Bueno al menos en el proceso de hacer bebés, lo de tenerlos ya no se si le hará tanta gracia.- bromeó.
  • ¿Le conoces mucho?
  • No, hemos coincidido de fiesta algunas veces. Me cae bien pero aunque no quiero desanimarte, no se si es exactamente tu tipo.
  • ¿Cómo no va a ser mi tipo? ¿Tu lo has visto?
  • Sí, si...es muy mono.- después de decir eso hizo una mueca y yo me reí.- Lo que quiero decir es que él lo sabe y bueno. Lo que quiero decir es que no esperes mucho de él, probablemente lo paséis bien esta noche pero ya está.- Me daban ganas de besar a Alex, era tan mono, el pobre estaba intentando que no me hiciera ningún tipo de ilusión con Dante. No me las hacía, primero porqué en qué mundo un tío como él iba a querer algo conmigo y en caso extraordinario de que algo fuera a pasar tenía más que claro que sería solo por una noche.
  • Alex no va a pasar nada así que no hace falta que te preocupes.
  • Le gustas.- me dijo.- Deberías pasarlo un poco bien esta noche.
  • No creo que le guste.- respondí.- Se acaba de esfumar.
  • Va a volver, creeme. Ahora ¿vas a estar bien si te dejo con la pervertida de tu amiga?- Yo me reí.
  • Sí, voy a estar bien.
  • Ok, entonces voy a hablar con la rubia de allí.

Me señalo una chica rubia y tras dar un sorbo a su Gintonic se fue detrás de ella. Yo me reí y fui a buscar a Natalia ya que Manu había desaparecido con Dante. Natalia seguía en la barra, tenía su bebida en la mano y estaba hablando con un tipo muy feo:
  • Ei ¿qué haces?- le pregunté.
  • ¡Siena!- exclamó contenta dándome un medio abrazo. Pasó completamente del chico para hablar conmigo.- Tengo que ir al baño ¿me acompañas?
  • Claro.- Juntas fuimos en busca del baño, cuando lo encontramos había cola así que esperamos.
  • Alex es un poco imbécil.- me dijo. Yo le puse mala cara.
  • Alex no es para nada imbécil.
  • Bueno puede que contigo no, pero conmigo lo es. Le he dicho que si podía pedirme un vodka y me ha contestado que me lo pidiera yo.
  • ¿No tiene nada que ver con que lo tocaras el culo?
  • Puede que un poco.- Di un trago a mi cubata. Después de todo el proceso de ir al baño volvimos a mezclarnos entre la gente y Manu nos sorprendió cogiéndonos de la cintura y arrastrándonos hasta el medio de un circulo formado exclusivamente por hombres, en él estaba Dante que dedicó una mirada muy apreciativa.
  • ¡Vamos chicas, bailad con nosotras!- claramente Manu estaba más borracho que antes. Lo demostró cuando se puso a hacer una especie de movimientos muy ridículos, aún así la situación era graciosa.
  • ¿Así es cómo bailas?- le preguntó Natalia.
  • ¿Os he impresionado, verdad?
  • Estamos a punto de desmayarnos.- le dije. 

Él movió sus cejas sugestivamente y nosotras nos reímos. A continuación nos presentó al resto de chicos que parecían una manada de lobos hambrientos, lo cierto es que me dieron bastante miedo. Natalia, como de costumbre, estaba encantada siendo el centro de atención. Yo cuando pude me fui desplazando disimuladamente hasta llegar a la pared, me apoyé en ella para aliviar un poco el incipiente dolor de pies que empezaba a tener a causa de los tacones y me terminé mi copa.
  • Parece que tu amiga se lo pasa bien.- Dante me sorprendió plantándose delante de mi.
  • Mucho.- contesté.- Es una diva de discoteca.
  • Tu no pareces estar en tu ambiente.- me dijo.
  • Prefiero los ambientes más tranquilos, ya sabes un pub donde se pueda beber y charlar en lugar de bailar. Aunque me lo paso bien en estos sitios cuando estoy más borracha.
  • A mi me pasa lo mismo, soy un firme defensor de que las mejores borracheras y juergas son las que pasas con los amigos sentados al rededor de una mesa y hablando de gilipolleces.
  • Cierto.- ¿He dicho ya cuánto me encantaba ese chico?
  • ¿Cuántos años tienes?- me preguntó.
  • 21.- Le respondí. Él dejó ir una risa irónica.- ¿Qué?- Le pregunté.
  • Eres tan joven...
  • Si bueno, que le vamos a hacer.- En ese momento me sentía más tímida de lo normal.
  • Yo tengo 30.- Me lo dijo como si eso tuviera que asustarme.
  • ¿Has empezado ya a pensar en un plan de jubilación?- Le pregunté lo más seria que pude. Él se me quedó mirando un momento desconcertado y luego dejó escapar una sonora carcajada.
  • ¿Tomas algo conmigo?- me preguntó acercándose más a mi.
  • Claro.- le respondí mirando mis zapatos.
  • Vamos.- el puso su mano en mi cintura y tiró de mi para ir a la barra, encontramos un hueco y nos pusimos allí a esperar que el camarero nos prestara atención.- ¿Qué quieres beber?
  • Hmm, cerveza.- él me miró alzando una ceja en señal de incredulidad.
  • ¿Segura? Porqué no te he visto bebiendo cerveza.
  • Bueno.- el alcohol dejó aflorar mi sinceridad.- Se que quedaré un poco estúpida dando las cosas por hecho pero asumo que vas a pagar por mi bebida así que intento reducir costes, no es necesario que gastes dinero en mi.- Él me miraba algo fascinado, creo.
  • Eres increíble.- Me dijo antes de besarme. Si, me besó. Decir que me pilló totalmente desprevenida era quedarse corta, no lo esperaba para nada así que mi actuación fue casi nula, eso seguramente le llevó a pensar que era retrasada.- ¡Mierda!- dijo.- Eso ha sido un poco triste.
  • Yo...lo siento.- El alcohol volvió a hablar por mi.- No lo esperaba.
  • ¿Entonces si te digo que tengo intención de intentarlo de nuevo en 10 segundos estarás preparada?
  • Yo esperaría a que me tomara un chupito antes.

Mi respuesta evocó de nuevo su risa, cuando dejó de carcajearse puso una de sus manos en mi cadera y me acercó a el haciendo que nuestros cuerpos estuvieron pegados. Su otra mano se desplazó hasta mi mejilla y me miró como queriendo decir “Eh nena, voy a besarte y esta vez mojarás tus bragas”, después bajó su cabeza hasta que nuestros labios se encontraron. Por suerte esa vez si estaba preparada y el beso fue infinitamente mejor. De hecho el beso fue ardiente, sexy y juro que me volví gelatina en sus brazos, mientras su lengua hacía maravillas con la mía. Creo que estuvimos bastante tiempo devorándonos, bueno él me devoraba a mi, porqué el camarero nos interrumpió:
  • ¿Os sirvo algo o os doy un puñado de condones?- Dante rompió el beso pero aún así no me soltó, se giró hacia el tipo que había roto nuestra burbuja.
  • Un Gintonic y...-me miró a mi y se relamió los labios.- creo que ella va a querer un vodka.
  • ¿Con limón?- preguntó el camarero, yo solo asentí con la cabeza. El chico se volvió para buscar las botellas.
  • Esto ha estado mucho mejor.- me dijo Dante antes de volver a besarme, ese beso fue corto pero no menos intenso.- Sabes a vodka.
  • No tenías que besarme para saber que es lo que bebo, si hubieras insistido un poco más te lo hubiera dicho.- Él sabía que no lo decía en serio y que estaba más que encantada con que me hubiera besado.
  • Así tenía una excusa.- me guiñó un ojo.
  • No te hacía falta ninguna excusa.- Le contesté, puede que fuera una tontería y más después de habernos besado como si no hubiera un mañana, pero haberle contestado eso era mucho para mí.
  • Es bueno saberlo.- El idiota del camarero puso nuestras bebidas encima de la barra y Dante pagó.- No voy a ser más pobre por invitarte a una copa, así que deja de fruncir el ceño.
  • En ese caso, gracias.
  • No hay de que.- Me incliné para alcanzar una pajita pero no llegaba ya que las chicas que estaban esperando a mi lado decidieron no moverse. Dante miró divertido mis intentos frustrados hasta que finalmente me alcanzó otro vaso de pajitas que había detrás de él.
  • Oh, no lo había visto.- Cogí una y la metí en el vaso de tuvo para remover la mezcla, Dante en cambio bebió directamente.
  • ¿Te han dicho que eres realmente guapa?- me preguntó después de que yo diera un largo sorbo a mi bebida. Yo le miré con cara de incredulidad.- Lo eres.- me dijo al ver que yo no llevaba muy bien los piropos.
  • Gracias.- contesté simplemente. Para confirmar que me encontraba guapa o simplemente porqué le apetecía él volvió a besarme.
  • ¿Vamos?- Me llevó de la mano de vuelta donde estaban los otros. Natalia seguía allí muy pegada a Manu y más borracha de lo que estaba antes.
  • Ei ¿estás bien?- me acerqué a preguntarle.
  • Claro, me encanta Manu.- Manu no estaba nada mal, era guapo pero al lado de Dante palidecía bastante.
  • Ya lo veo.- Ella se inclinó para beber de mi copa.- ¿Has visto a Alex?
  • No des de antes.
  • Ok.- Dante reclamó mi atención y yo no tuve ningún problema con eso.
  • Cuéntame algo de ti.- me dijo mientras me rodeaba con ambos brazos la cintura y apoyaba la mano con que no sujetaba su copa en mi espalda muy, muy baja.
  • ¿Qué quieres saber?- Por la manera que me había abrazado no había muchos sitios en que yo pudiera tener mis manos, apoyé una en su pecho y la otra, en  la que tenía mi bebida en su bíceps.
  • No lo se, cualquier cosa.- Maldito Dante, se me daba fatal hablar de mi.
  • Bueno, estoy estudiando historia.
  • ¿Y te gusta?
  • Sí.
  • ¿Qué tienes pensado hacer cuando acabes?
  • Probablemente morir de hambre o prostituirme en Les Rambles*, no es que estudiando historia tenga muchas opciones.- Se rió de mi.
  • Bueno yo estudié periodismo y también estoy planteándome seriamente la prostitución.
  • ¿No trabajas?- pregunté.
  • Sí, estoy de redactor en la BTV pero soy el ultimo mono y me pagan una miseria.- Se lamentó.- Pero bueno, no me quejo. Estoy intentando abrirme hueco.- Bebí de mi cubata.
  • Suerte con eso.
  • ¿Qué más haces a parte de estudiar historia?
  • ¿Es tu vena periodística lo que te hace preguntar tanto?
  • Ajá, así que contesta porqué no me voy a callar.
  • No hago mucho realmente, voy a clase, estudio, salgo por ahí con Alex y Pol ¿conoces a Pol?- el asintió.- y aguanto a mis padres.
  • ¿Ninguna afición?
  • Nada destacable, me gusta leer y el cine. Hice ballet hasta los 16 pero no estoy segura de que me gustara mucho.
  • ¿Ballet? ¿En serio?
  • ¿Hiciste ballet?- Alex apareció de la nada y se puso en medio de la conversación. Dante me soltó.
  • Lo hice.- le confirmé mortificada.
  • Mierda Siena ¿y haces eso de la pierna?
  • ¿El qué?
  • Ya sabes, eso de levantarla por encima de tu cabeza.
  • Supongo que aún puedo hacerlo.- Tanto Alex como Dante me miraban fascinados.
  • Hazlo.- me instó Alex.
  • Cielo, si no lo has visto llevo una falta y tacones. Además estamos en un sitio lleno de gente, no voy a hacerlo.
  • Pero llevas medias negras, no se te va a ver nada y la gente está borracha.
  • Que te he dicho que no.- Pero Alex me ignoró y me cogió la pierna haciendo que me desequilibrara, por suerte Dante me sujetó des de atrás.
  • ¡Suéltame!- le chillé a Alex.
  • Déjala en paz.- le dijo Dante alejándome de las garras de Alex.
  • Me rompes el corazón.- Alex sacó su vena dramática.
  • Puedo romperte las pelotas si lo prefieres.- le repliqué mordaz.
  • Eso sería una gran pérdida para la humanidad.
  • ¿Qué ha pasado con tu rubia?- le pregunté para cambiar de tema.
  • Ha ido al baño.
  • Pues ve a buscarla, no sea cosa que la pierdas y esta noche te quedes sin mojar.- le dije con amargura.
  • No te pongas celosa.- me dijo.- Sabes que mi corazón te pertenece.- Yo le enseñé mi dedo corazón y el se largó riendo.
  • Imbécil.- refunfuñé. Dante, que aún me estaba sujetando también se rió.
  • Es buen chico.- dijo.
  • No te lo niego pero tiene la cabeza llena de pájaros.
  • ¿Y qué importa?- Dante hizo que me diera la vuelta y atacó mi boca.- Me encantas.
  • Creo que eres el único.
  • Chorradas, hay una docena de tíos babeando por ti.- Vale que estuviera mintiendo pero definitivamente era muy bueno subiéndome la autoestima.
  • Cállate y sigue besándome.- Mierda, definitivamente estaba muy borracha.

Dante y yo seguimos enrollándonos durante mucho rato haciendo pequeñas pausas para hablar pero ambos estábamos un poco ebrios y se sentía genial besarlo. Todo hubiera sido perfecto, incluso me hubiera ido con él a su casa de no ser porqué Natalia empezó a estar muy borracha de verdad. Es decir, la muy petarda vomitó en una esquina. Manu me llamó para que me ocupara de ella, cuando nos interrumpió Dante le lanzó una mirada que hubiera podido congelar el infierno:
  • Siena, tu amiga está potando.- me informó.
  • No me jodas.- Solté a Dante para ir a buscar a Natalia. Me ocupé de ella, le limpié la boca con un clínex y tras recuperar su chaqueta la saqué del local. Solo cuando estaba fuera me di cuenta de que Dante había salido con nosotras también.- Lo siento.
  • Son cosas que pasan.- me contestó.- ¿Qué vas a hacer?
  • Esperar que se le pase la faceta bulímica y llevarla a su casa.
  • Iré contigo, puede que necesites ayuda.- Me dijo mirando a Natalia que en ese momento estaba sentada en la acera vomitando entre sus piernas. Me agaché junto a ella para sostenerla y apartarle el pelo.
  • No creo que quieras hacer esto.
  • Lo cierto es que no, pero tampoco me apetece despedirme de ti.

Con esas palabras me calló. Cuando parecía que el estómago de Natalia se había estabilizado y empezaba a dormirse paré un taxi y nos metimos los tres en él, aproveché para mandarle un whatsapp a Alex y decirle lo que había pasado y que me iba a casa. El viaje en taxi fue silencioso, cuando llegamos a casa de Natalia busqué en su bolso su monedero. Dante me miró divertido:
  • Si no se hubiera emborrachado no hubiera cogido un taxi así que no pienso pagar.- Le dije.
  • Estoy totalmente deacuerdo.- Le pagué al taxista los 15 eurazos que había costado el viaje.- Está dormida.- Dijo Dante refiriéndose a Natalia. La sacudí y nada, la tipa estaba como un tronco.
  • Será zorra.- estaba un poquitín enfadada con ella. Debía ser todo un show para él porqué volvió a reirse.
  • Déjame a mi.- Dante rodeó el taxi para abrir la puerta del lado de Natalia y la sacó en brazos.- Solo espero que no se despierte y vomite.- me confesó cuando yo también estuve fuera.
  • Reza por ello.

No nos quedó más remedio que subir a Natalia hasta su casa, rebusqué sus llaves en su bolso y entramos. Dante la dejó encima de su cama, por suerte conocía su casa ta bien como la mía, intentamos no hacer ruido pero desgraciadamente su madre se despertó y nos la encontramos cuando salimos de su cuarto:
  • Siena.- dijo.- ¿Qué haces aquí?
  • Yo...esto...- me miró aún más preocupada cuando fijó sus ojos en Dante.
  • Su hija se ha emborrachado un poco.- Explicó Dante.- Se ha dormido en el taxi y la hemos subido.- La madre de Natalia puso cara de disgusto.
  • Está bien.- dije.- Ha vomitado.- no tuve más remedio que explicárselo.- Pero creo que ya no queda nada más que sacar, simplemente va a dormir.
  • Gracias por traerla, Siena.- Volvió a mirar a Dante.
  • Este es mi amigo Dante.- acabé diciéndole.
  • Gracias a ti también.- le dijo.
  • Sin problemas.
  • Cariño si quieres quedarte a dormir sabes que puedes.- me dijo.
  • No hace falta, Dante va a acompañarme a casa.- Ella puso mala cara, creo que no le gustó mucho Dante, claramente lo veía mayor.
  • Deacuerdo, voy a ver como está Natalia. Ya sabes como salir.- eso ultimo lo dijo algo divertida.
  • Siento haber entrado así.
  • No pasa nada, pero si esto vuelve a pasar preferiría que llamaras al timbre. Me has dado un susto de muerte.

Tras despedirnos Dante y yo volvimos a la calle. Ambos nos reímos porqué obviamente la situación había sido de lo más surrealista.
  • Esa señora me odia.- dijo.
  • Creo que piensa que has emborrachado a su hija.- contesté.
  • Si, yo también lo creo.
  • Eso y que eres un poco mayor.
  • Ahora soy un viejo verde.
  • Nah, los viejos verdes no son tan sexys.- Eso se escapó de mi boca sin que pudiera procesarlo. Él se rió al ver mi expresión mortificada.
  • ¿Así que crees que soy sexy?- me estrechó entre sus brazos y empezó a besar mi cuello.
  • No, ahora mismo creo que eres un poco capullo por reirte de mi.
  • Que va, has dicho que soy sexy no un capullo.- Yo iba a protestar pero él me besó dejándome sin más alegaciones.- ¿Quieres venir a mi casa?- me preguntó cuando rompió el beso.

Bueno, este ha sido un capitulo largo ¡no os podéis quejar! Espero que os haya gustado y que me dejéis un montón de comentarios con vuestra opinión ¿Qué os parece la aparición de Dante? ¿Creéis que Siena se irá con él a su casa? Besos, An. 

10 comentarios:

Ana dijo...

madre mia y lo dejas asi xd y pobre señora se debe de haber llevado un susto de muerte
mas mas siempre queremos mas xd

Anónimo dijo...

me encanto el capitulo como siempre, escribe pronto porfis.
Un besazo, fati

Anónimo dijo...

aaaaah me ha encantadooo quierooo mas jajaja gracias por estas historias y sube prontooo besos :P

yami dijo...

me encantoooooooooooooooooooooooo dante dios!! jaja espero la continuacion, sino me va a dar algo

Psicologia de la salud dijo...

que se lie con el la verdad, es un poco mas emocionante con el en la historia, !!! pol puede ser su segundo pero Dante es con el que quier tener bebes!

Anónimo dijo...

Me encanto el capítulo :$ la historia está cada vez más interesante! :D

sara dijo...

q se lie con los pol y dante jajaj i también con alex!! son tan hermosisisimos los tres q es difícil elegir jeje

Gely dijo...

Esto se pone interesante! Gracias por el graaaaaaaaaan capi

Anónimo dijo...

mas mas mas mas quiero mas!! :$

Anónimo dijo...

Que se lie con pol y que dante sea el segundo plato ;)) jajajja gran capitulo cuando puedas escribe please