miércoles, 31 de julio de 2013

Verano. Cap. 22.


Se que he tardado, pero bueno... Espero que os guste y que comentéis (no se si me ha quedado algo repetitivo el capítulo, ya me diréis). Besos, An.


Me sentí aliviada cuando nadie vino detrás de mi, necesitaba un momento de soledad para tomar una decisión. Estaba claro que no tenía un futuro con Dante, al menos no uno en el que yo, e incluso él, fuera completamente feliz. Debía dejar de ser una cobarde e intentarlo con Pol, si antes me había preocupado que lo nuestro no funcionase y eso fuera el fin de nuestra amistad debía olvidarlo, nuestra amistad ya había llegado a su fin. No podía seguir engañándome quería con locura a Pol y lo que estaba haciendo no era justo para Dante. 
Dante iba a tomárselo mal, de eso estaba segura, no podía culparlo y sabía que al dejarlo no volvería a tener ningún tipo de relación con él. Era orgulloso y cuando se lo proponía cruel, pero lo prefería, no hubiese soportado lidiar con un Dante con el corazón roto. Aunque lo que había llegado a sentir por él no era amor, lo quería en cierta manera y me odiaba a mi misma por hacerle daño, él había demostrado en muchas ocasiones que era maravilloso. 
Julia fue la que interrumpió mis pensamientos, entró en los baños mientras yo me estaba lavando los dientes:
― Buenos días, Siena― me saludó después de bostezar.
― ¿Has dormido bien?― le pregunté tras enjugarme la boca.
― Cuando por fin he podido conciliar el sueño― me dedicó una mirada divertida― sí. He dormido genial.
― Siento lo de anoche― me disculpé con pesar.
― Bah ¿quién no ha tenido un novio calenturriento?― le quitó hierro al asunto― Como estamos ya todos despiertos hemos pensado en ir a la playa.
― Buena idea― respondí atando mi pelo en una coleta alta― aunque si vamos a la playa dejaré la ducha para cuando volvamos.
― Sí, no tiene sentido ducharse ahora.
― Bien, pues ahora nos vemos.

Una vez en la playa intenté hablar con Alex, porque más que nunca necesitaba escuchar de él que no estaba majara y que dejar a Dante era lo que debía hacer, pero siempre había alguien que lo impedía. Cuando le pedí que me acompañara al chiringuito, Manu vino con nosotros; si yo iba al agua, Dante también; y en la arena estaba Julia todo el rato tostándose como una almendra. Pol no dejaba de mirarme, lo que me incomodaba bastante ¿qué estaba esperando? ¿Qué de repente me volviera loca y lo violara en medio de la playa?Hubiera podido hacerlo porque estaba extremadamente sexy en bañador.
― Esto es vida― me dijo Julia. Estábamos tumbadas en la arena tomando el sol.
― No me importaría que mi vida se redujera a esto― le respondí ignorando el factor de mi caos amoroso.
― Ni a mi, además tenemos muy buenas vistas― eso lo dijo con cara de guarrona y yo me reí. Los chicos estaban disputando una partida de fútbol con una pelota cutre de playa, ellos no se daban cuenta pero había una buena cantidad de chicas y mujeres mirándolos.
― Esa señora debería cortarse un poco― comenté― todos y cada uno de ellos podrían ser hijos suyos.
― Es cierto, pero la entiendo ¿siempre han estado así de buenos? ¿Cómo no me había dado cuenta hasta ahora?
― Yo si me había dado cuenta― me reí.
― El torso de Pol es de otro planeta― y se dio viento con la mano provocando más mi risa― Y voy yo y me quedo con el peor.
― Mujer, Marc está muy bien― le hice ver.
― No digo que no, pero de todos es el menos guapo. Debo ser realista.
― Pues yo creo que es un hombre de verdad. Y el más sensato.
― No se si sensato es la palabra correcta.
― ¿Pero lo quieres?
― Con locura― suspiró― ¿Y qué hay de Dante y tú?― Me vi salvada de esa pregunta por Manu y Marc que para demostrar cuan sensatos eran cogieron a Julia y se la llevaron al agua. Dante se dejó caer a mi lado.
― Creo que me estoy quemando― me dijo. Dante no era precisamente moreno de piel y tampoco un gran amante de la playa por lo que si, empezaba a estar un poquitín rojo.
― Toma, ponte protector― le tendí el bote.
― Odio estas mierdas.
― Pues si quieres parecer un guiri y quemarte vivo, lo que es terriblemente doloroso, allá tú― le expliqué dándome la vuelta en la toalla, me estiré puesto que estaba de lo más perezosa y los ojos de Dante se fueron a mis tetas― ¿Qué estás mirando, pervertido?― le pregunté sonrojada. Sí, a esas alturas había cosas que aún me daban vergüenza.
― Nada que no haya visto antes― aseguro riéndose de mi― Pero soy yo ¿o te han crecido las tetas?― le pegué un manotazo en la espalda que sirvió para hacerlo reír más y poner en manifiesto que necesitaba el protector urgentemente.
― Primero― le gruñí― ponte crema ya porque si te quemas adiós festival. Y segundo, este bikini lleva relleno― confesé.
― Ya me parecía a mi que eso no era normal.
― Eres idiota.
― Anda ¿me pones protector en la espalda?― Mientras le ponía la crema a Dante vi como Pol pasaba de estar esperando a algo a mirarme con furia intensa. Alex que estaba a su lado me miraba también con reproche, les miré también a ellos y me encogí de hombros ¿Qué pretendían que hiciera? Si dejaba a Dante no iba a ser allí, no haría nada hasta volver a casa.
― Listo― informé a Dante cuando hube terminado. 
― No se por qué te gusta tanto la playa― respondió.
― No es la playa en si, aunque me encuentro agusto, es lo morena que me pongo.
― Bueno, no negaré que tiene sus ventajas― el muy cerdo lo dijo comiéndose con la mirada a dos tías extremadamente buenorras que pasaron por delante de nosotros.
― Si, ya veo lo que te gusta de la playa― le respondí rodando los ojos.
― Tu me has obligado a venir.
― ¿En serio?
― Anda, no te cabrees. Tu está mucho más buena― me hizo reír porque no estaba ni lo más mínimo enfadada y por lo de que yo estaba más buena. Eso no se lo creía nadie.
― Pobrecito mío, deberías haberte puesto una gorra o algo. El Sol te está afectando. Mira, parece que Alex está haciendo amigas― Alex, que no dejaba pasar una, había interceptado a las dos chicas y les estaba contando algo con lo que ellas se divertían un montón.
― Maldito avaricioso ¿tiene qué follárselas a todas?
― Es Alex.

Si, Alex era Alex pero Pol acababa de unirse a la charla y ambas zorras parecían encantadas. Mi sangre hirvió ¡no podía besarme por la mañana y ponerse a ligar con otra horas después! ¡Maldito idiota! Para disimular mi reacción irracional me fui al agua. Aun desde allí no pude evitar ver como Alex y Pol seguían hablando con las chicas y como intercambiaban sus números con ellas antes de despedirse.
Más tarde, cuando volvimos a la caravana, nos enteramos que las dos asistían también al festival y que nuestro grupo se encontraría con el de ellas más tarde, de repente me apetecía ponerme al volante y llevarme a todo el mundo de vuelta a Barcelona. Después de la ducha decidí que nadie iba a amargarme la noche, tocaba uno de mis grupos favoritos e iba a pasármelo en grande. Que me arreglara con mucho esmero y me pusiera mis mejores galas festivaleras no tenía nada que ver con el encuentro con las dos furcias. Tampoco me arreglé tanto ya que en ese lugar y en esas condiciones se podía hacer lo justo, pero me puse mis shorts de cintura alta con un crooped top divino que me había comprado y no me había atrevido a estrenar. Me maquillé un poco más de lo que hacía normalmente y tuve suerte y el pelo me quedó bien, lista.
Estaba volviendo a la caravana cuando fui interceptada por Alex:
― Tú, ven aquí.
― ¡Eh!― me quejé― no hace falta que me arranques el brazo.
― Perdona ¿te he hecho daño?― se disculpó.
― No ¿pero que te pasa?
― Me pasa que estáis acabando con mi paciencia― entonces se quedó mirándome― Espera ¿siempre has tenido las piernas tan largas?
― ¿Te has vuelto idiota?― le pregunté yo.
― Madre mía, Siena ¿qué es lo que llevas puesto?― y me silbó con admiración.
― Deja de mirarme así― le pedí― me das miedo.
― Estás muy buena― el muy idiota dio una vuelta alrededor de mi― deberías ir siempre vestida así.
― ¡Para ya!― le grité completamente avergonzada, el muy idiota se rió de mi― Si solo querías incordiarme, me voy.
― Espera... no era eso lo que quería, pero es que me distraes― yo bufé. Alex me exasperaba a veces― ¿Qué pasa con Pol?
― Eso digo yo ¿qué le pasa? ¡Si está cachondo perfecto! pero que se tire a esa fulana de la playa y que a mi me deje en paz― fue el turno de Alex para resoplar.
― No se va a tirar a nadie y lo sabes, solo está rebotado. Vamos... esta mañana parecía que el mundo estuviese a punto de acabarse por la manera en que os besabais y luego te dedicas a darle cremita a Dante en su cara, ponte en su lugar.
― Lo hago... de verdad― le confesé― y voy a dejar a Dante.
― ¿De verdad?
― Sí, pero no lo puedo hacer aquí... le diré que quiero dejarlo cuando volvamos a casa.
― ¿Por qué no se lo dices a Pol?
― Pues porque aunque no lo creas no lo hago solo por él. Se que lo nuestro es inevitable... pero no quiero dejar a Dante y enrollarme con Pol... es, es tan feo. No quiero ser una de esas que solo deja a su novio cuando tiene a otro en perspectiva.
― Sabes que no es el caso. Tú y Pol como has dicho es inevitable y solo lo estás torturando, y a ti misma.
― Lo se.
― Y de paso a mi, que no sabes como me pone la cabeza. Es peor que una novia resentida.
― Esto es una mierda― le dije, él me abrazó― No se como cortar con Dante, nunca he dejado a nadie.
― Bueno, él va a cabrearse bastante. Dile la verdad, aunque yo omitiría la parte de “oh, estoy locamente enamorada de Pol”― dijo haciendo una imitación bastante buena de mi voz.
― Eres un capullo― le gruñí deshaciéndome de su abrazo. Él se rió de mi.
― Pero si es verdad... pierdes el culo por él y lo sabes.
― Que tengas razón no significa que puedas decirlo en voz alta― acepté.
― Si te consuela él pierde el culo por ti también. Solo espero que entre polvo y polvo saquéis algo de tiempo para mi.
― No estoy tan segura que Pol y yo lleguemos a tanto. Está bastante resentido conmigo... 
― Siena― suspiró― si ahora mismo le dices a Pol que vas a dejar a Dante estaréis follando en menos de cinco minutos. Hay tanta tensión sexual entre vosotros que me pongo cachondo solo de estar a vuestro lado.
― ¿Por qué eres tan guarro?― protesté.
― Porque es cierto, no se si es que Dante es gilipollas o prefiere no ver lo que pasa.
― ¿Crees que lo sabe?
― Pienso que sí... al menos no está actuando de manera muy normal. Lo de anoche ¿por qué crees que lo hizo? No es que no seas irresistible, pero de ahí a querer follar en una autocaravana en la que están durmiendo otras cinco personas ¡eso no lo hago ni yo!
― Visto así...
― Pienso que quería cabrear a Pol y como bien sabes lo consiguió.
― Me ha pedido que vivamos juntos― le expliqué.
― ¿De verdad?― yo asentí.
― Discutí con mi madre y al decirle lo harta que estaba salió con esto. Dijo que él estaba cansado de vivir con Manu, que a su edad ya no tenía gracia.
― ¿Qué le dijiste?
― Nada, él me dijo que lo pensara. Que no era una petición para que se cumpliera inmediatamente, era más un plan a largo plazo, para cuando yo encontrara trabajo.
― Ya.
― Me asusté bastante y se dio cuenta de que no era lo que más me apetecía en el mundo. No ha vuelto a sacar el tema.

Nuestra conversación terminó ahí ya que Manu nos encontró y nos informó que los demás ya estaban listos para irse. Nos reunimos con ellos y caminamos hasta donde Alex y Pol habían quedado con las dos guarronas de la playa.
Ellas iban con otra chica y con dos chicos de los que no supe deducir si es que eran muy hipsters o homosexuales. Tras breves presentaciones nos encaminamos todos juntos hasta la zona del concierto. Alex me hizo reír porque cogió a las dos chicas de la playa de la cintura y parecía el capo de la mafia caminando en medio de ellas. Por mi parte yo iba andando al lado de Julia que tenía el ceño fruncido, esas dos le gustaban tan poco como a mi.
Mientras esperábamos que empezara el concierto las cervezas se materializaron de alguna parte y el ambiente se relajó:
― Tu nombre era Siena ¿verdad?― me preguntó uno de los dos chicos.
― Sí, y tu eras... Ernesto ¿no?
― El mismísimo ¿de dónde venís?
― De Barcelona.
― Nosotros de Madrid, es el tercer año ya.
― Yo es la primera vez que vengo pero hay un par por aquí que ya habían venido antes.
― Ya no es lo que era― tuve que aguantar la risa ante su comentario snob.
― Eso dicen, pero yo creo que está bastante bien.
― Claro, desde luego el cartel de este año no está nada mal ¿A qué te dedicas?
― De momento a nada, acabo de terminar la carrera.
― Yo soy fotógrafo― Sí él era fotógrafo yo era modelo de pasarela.
― ¿En serio? ¿Profesional?
― Estoy intentando ganarme la vida con eso, pregúntame lo de profesional dentro de unos meses.
― Suerte.
― Gracias. Oye ¿me acompañas a por otra cerveza?― me preguntó poniendo su mano en mi cintura. Miré primero su mano y luego le miré a él ¿en serio estaba tratando de ligar conmigo?
― Bueno, ya tengo una― Empecé a buscar a Dante con los ojos y estaba hablando animadamente con Manu. El que si que me estaba mirando era Pol pero cuando nuestros ojos se cruzaron los apartó rápidamente.
― Pero a mi se me ha terminado. Anda, acompáñame― Finalmente Dante se dio la vuelta y vino a mi rescate.
― Ei― se puso a mi lado y pasó su brazo por encima de mis hombros apartándome del tal Ernesto. Yo me abracé a él― creo que va a empezar ya ¿quieres que intentemos ir más adelante?
― Claro― le contesté.
― Es su grupo favorito― le dijo Dante antes de besarme.
― Son muy buenos― dijo simplemente.
― ¿Te estaba tirando los tejos?― me preguntó Dante minutos después y varios metros más cerca del escenario.
― Pues creo que sí... pero es que ¡parece tan gay!― él se rió.
― Malditos modernos ambiguos. 

El concierto comenzó poco rato después y realmente conseguí pasarlo bien. Estaba dando saltos y cantando desafinadamente con el resto de público cuando en una pausa entre canción y canción vi a Pol besándose como si no hubiera un mañana con una de las dos guarras de la playa. Fue un momento de pánico total, de furia, en que necesité de todo mi autocontrol para no montarle el número del año. Me repetí a mi misma cientos de veces que no tenía derecho ninguno a cabrearme y de que si yo hubiera sensata y hubiese roto con Dante, eso no estaría pasando.

Cuando la noche terminó volvimos a la autocaravana sin Pol y sin Alex. Alex hacía horas que estaba desaparecido y Pol se fue con la chica esa. Puedo afirmar que estaba realmente deprimida:
― ¿Estás bien?― me preguntó Dante cuando nos acostamos.
― Un poco mareada― le mentí― creo que voy a salir fuera a tomar un poco el aire.
― ¿Voy contigo?― él estaba a punto de quedarse frito y yo tampoco tenía ganas de estar con él.
― No hace falta, será solo un momento.

Salí a fuera a tomar el aire como le había dicho a Dante y me acomodé en la misma hamaca en la que Pol había pasado la noche anterior. Estuve allí un rato pensando y sin hacer nada hasta que vi aparecer a Alex:
― Siena ¿qué haces aquí fuera?― me preguntó.
― Nada, tomar el aire y pensar― se sentó a los pies de mi tumbona.
― No tienes muy buena cara.
― Gracias, tú estás muy guapo― el sonrió.
― Yo siempre lo estoy, pero ¿qué te preocupa?
― Pol.
― Ya. Pensaba que tenías el tema resuelto.
― Ya te he dicho que no, solo tengo claro que voy a terminar lo mío con Dante, pero no que Pol y yo lleguemos a algo.
― Él te quiere y tu le quieres ¿por qué cojones os complicáis tanto la vida?― Parecía estar irritado.
― No me complico la vida. Sí, le quiero pero no se si estoy enamorada de él o de la idea de él.
― Vas a tener que explicarte mejor porque es muy tarde y he consumido drogas― le rodé los ojos.
― Me gustaba el Pol de antes, estaba enamorada de él pero el de ahora... quiero decir que el Pol post-Londres es algo gilipollas, la verdad. Me exige muchas cosas a mi pero en cambio él solo consigue cabrearme o disgustarme.
― Eso es razonable, cuéntame más― pidió adoptando pose de psicoanalista.
― Me ha besado ésta mañana y me hubiera gustado poder hablar hoy con él pero con todos aquí es imposible. Después se ha pasado el resto del día mirándome mal, cabreado y al final se ha largado con esa guarra de la playa.
― ¿Pol se ha ido con esa?― Alex estaba realmente sorprendido.
― Aquí no está y se ha ido de los conciertos con ella.
― Este chico está fatal... ya le había dicho que ese no era el camino. Pero bueno ya sabes que intenta darte celos.
― Pues lo consigue, pero eso mismo me hace pensar si quiero estar con él.
― Pol es el mismo, sólo está gilipollas.
― ¿Quién está gilipollas?― Pol también había vuelto a la autocaravana y no nos habíamos dado cuenta.
― Tú― le contesté yo cabreada.
― No soy el único― me contestó.
― Vale, vosotros dos suficiente― se interpuso Alex― Necesitáis hablar de una jodida vez.
― No se de qué― refunfuñó Pol.
― De que Siena va a dejar a Dante― eso dejó mudo a Pol― Ahora hablad. Muy buenas noches.

Y Alex se metió dentro de la roulotte dejándonos solos para hablar. Pol se dejó caer en el sitio que él terminaba de desocupar:
― ¿Es cierto?― me preguntó.
― Sí― le respondí a la vez que asentía con la cabeza .

Pol se me quedó mirando fijamente, no habló ni yo tampoco porqué no sabía que decirle. Finalmente se acercó más a mi y puso sus manos sobre mis mejillas:
― ¿Estás segura de querer hacerlo?― Yo bufé y aparté sus manos.
― Lo estoy ¿se puede saber qué te pasa ahora?
― No quiero que tomes ésta decisión por mi culpa, se que te he estado jodiendo la cabeza pero si realmente quieres estar con Dante te dejaré en paz.
― ¡Dios, Pol...! Luego dicen que las mujeres somos complicadas pero a ti no hay quien te entienda.
― Como me has dicho hace un momento he sido un gilipollas, lo sé y lo siento. Te juro que volví de Londres con la intención de no entrometerme, tú estabas con Dante así que debía aceptarlo.
― Pero pasó lo de la fiesta― dije.
― Sí, y joder me cabreé muchísimo porque pensé que era una especie de venganza por lo que te había hecho.
― No soy tan retorcida.
― Lo sé... pero supongo que no he estado pensando de manera muy racional, y digamos que cuando te veo con él me consumen los celos― después de decir eso suspiró― ya lo he dicho. Tengo celos, Siena. Jamás había sentido nada parecido.
― No ha sido mi intención hacerte sentir así, voy a dejar a Dante no sólo por lo que siento por ti sino también por lo que no he conseguido sentir por él. Para mi estar con él después de lo que pasó contigo era fácil, porque de alguna manera yo tengo el control de la relación― me estaba sincerado del todo con Pol― No he podido dejar de pensar en ti y me doy cuenta de que no es justo para Dante. Me hubiera gustado poderte decir esto hoy más temprano pero no he podido hablar contigo.
― Y la he jodido más al irme con esa ¿no?
― No eres el único que siente celos, Pol.
― Si sirve de algo no nos hemos acostado.
― Eso me da igual, lo que me molesta es que lo has hecho para martirizarme. Supongo― añadí al final. Puede que a Pol realmente le gustase esa chica, era realmente espectacular.
― Tienes razón, lo siento mucho... desde luego me he lucido― esbozó una media sonrisa.
― Sabes que no soy capaz de estar mucho tiempo cabreada contigo ¿verdad?
― Eso es bueno saberlo― me aproximé a él y me senté en su regazo, él se quedó sorprendido pero me rodeó la cintura con uno de sus brazos.
― ¿Crees que lo conseguiremos? El que lo nuestro funcione, quiero decir.
― Estoy seguro de que sí. Te quiero― me dijo.
― Y yo a ti. Mucho.
― Entonces todo irá bien― dijo muy seguro. Entonces hizo ademán de besarme pero yo me aparté. Él me miró desconcertado.
― No creas que voy a besarte ahora después de que vengas de estar con esa pelandrusca, a saber donde ha estado hoy esa lengua.
― ¡Siena!― me dijo divertido.
― No, no, no... higiene Pol, higiene― me puse en pie― Además― le dije más seria― Primero debería dejar a Dante, lo haré cuando volvamos a Barcelona.
― Lo veo lógico. Supongo que podré soportar un poco más.
― Eso espero porqué me hiciste una promesa.
― ¿Qué promesa?― él estaba confundido.
― Piénsalo― le dije antes de volver a dentro.

7 comentarios:

aylu dijo...

gracias x el capi!!! estos hombres, arreglan todo de la peor manera jaja quiero mas!!!!!!

Anónimo dijo...

GRACIAS! mucha tension uf

Gely dijo...

Gracias , ahora a ver ke tal va la ruptura ;)

Anónimo dijo...

Muchas graaaaaaaciiaaas ;D

Anónimo dijo...

quiero mas capis!!!!!

sara dijo...

gracias por el capitulo! aqui esperando mas

Anónimo dijo...

Super bien el capi :D vas a subir de sex drug and rock an roll??? Me encantaba esa historia y estaba super enganchada a ella. Has pensado en subir tus historias a wattpad asi las leeria mas gente :)) besitos y acuerdate de nosotras :D