sábado, 12 de noviembre de 2011

RESISTENCIA

Año 2158. Kaniksu National Forest, Idaho, antiguos Estados Unidos.


Me desperté cuando la primera luz del día iluminó la habitación, inmediatamente me vino a la mente mi madre y si estaría viva. Después de unos minutos de reflexión me levanté, hice la cama y salí con cuidado de la habitación, no parecía haber nadie despierto, aún así caminé con sigilo hasta el baño, después de pasar por allí bajé sin hacer ruido hasta llegar a la cocina, tenía hambre y pensé que nadie se enfadaría si comía algo, mi excursión silenciosa se terminó cuando entré en la cocina, pues allí había media docena de personas que se me quedaron mirando en cuánto entré.

  • Eh...hola.- dije.
  • ¡Hola!- chilló una mujer.- ¿Tu eres la chica que llegó ayer, verdad?- Yo asentí con la cabeza.- Ven cielo, siéntate.- me dijo arrastrándome hasta la mesa que había en la cocina.- Soy Amy, la madre de Sly.
  • Oh, encantada.- respondí.- Me llamo Joy.
  • ¡Lo se! Estás son Charlotte, Brenda y Diane.- dijo presentándome a las mujeres.- Y ellos son Steve y Jackson, el padre de Sly.- Todos saludaron y yo respondí.
  • Bueno.- dijo Charlotte que parecía igual que dicharachera que Amy.- ¿Cómo es que estás despierta tan pronto?
  • Supongo que no tenía mas sueño, no estoy acostumbrada a dormir mucho, creo que este es mi récord.
  • ¿Tienes hambre?- esa fue de nuevo Amy.
  • Un poco.
  • Estamos preparando el desayuno ¿puedes esperar o quieres comer algo ahora?
  • Puedo esperar. ¿Necesitáis ayuda?
  • ¡Oh no te preocupes!- Exclamó Charlotte.
  • Esta todo controlado aquí.- dijo Amy.- De hecho...¿qué llevas puesto?
  • Sly me ha prestado ropa.
  • Este chico...- refunfuñó su madre.- ¿Por qué no vas con Jackson a despertar a Elle y que ella te preste algo que no te quede como un saco?
  • ¿A despertar a quién?
  • A nuestra otra hija.- habló Jackson por primera vez.- Vamos, ven conmigo y no te asustes, Elle no tiene muy buen despertar.- Seguí a Jackson que ya estaba saliendo de la cocina.- Amy es muy gritona ¿verdad?- me preguntó afablemente.
  • Me recuerda un poco a mi madre, supongo que intenta que me sienta agusto ¿no?
  • Eres muy lista.- dijo él contento.
  • En realidad no lo soy.
  • ¿Por qué dices eso?
  • Porqué es la verdad.- En ese momento nos encontramos con Sly que bajaba las escaleras mientras nosotros las subíamos.
  • Papá.- dijo en tono alegre.- Buenos días.
  • Buenos días, hijo.- En ese momento reparó en mi.
  • Eh, hola.- me dijo.- ¿Has dormido bien?- asentí.
  • Íbamos a despertar a Elle para ver si le prestaba un poco de ropa a Joy, con la que lleva no puede ni moverse.
  • Yo la llevo.- dijo Sly.
  • Bien, nos vemos en el desayuno chicos.- Jackson de fue por donde habíamos venido.
  • Veo que has conocido a mis padres.- comentó Sly.
  • Si, son simpáticos.
  • No le hagas mucho caso a mi madre, está un poco loca. Y ahora que lo pienso, tampoco le hagas caso a mi hermana.- Sly parecía estar de un humor mejor que el del día anterior.- Llegamos a una habitación y el llamó a la puerta.- ¡Elle, Maddy, Rachel!
  • Vete Sly, queremos dormir.- dijo una voz des de dentro.
  • Mas vale que tapéis lo que no querías que vea porqué voy a entrar.- chilló Sly de vuelta. Esperó unos segundos y entró.- ¿Cómo están hoy mis chicas?- vociferó al entrar en el cuarto. Acto seguido se tumbó en la cama de una de las tres chicas, era rubia como él y como toda su familia.
  • Estábamos bien hasta que has venido tu.- le contestó la rubia.
  • Oh vamos, no me trates así.- le dijo apretándola contra él. Ella se reía.- Chicas, he venido a presentaros a...
  • Joy.- dije yo.
  • Hola.- dijeron las tres al unísono.
  • Esta es mi hermana Elle.- me explicó lo que yo ya había supuesto.- Esta.- señaló a una chica morena que se estaba haciendo una coleta,- Es Maddy y ella Rachel.- dijo señalando a la otra chica.
  • Encantada.- les dije.
  • Bueno- dijo Sly levantándose de la cama de su hermana.- Mamá quiere que le prestes ropa y que luego bajéis a desayunar.
  • Vale, ahora bajamos.- respondió Elle.
  • Nos vemos y tened piedad de ella.
  • Vete ya, pesado.- Sly salió cerrando la puerta.- Así que Joy ¿qué talla tienes?- me preguntó Elle.
  • Eh...no lo se.
  • Pues quítate esta ropa y veamos si encontramos unos vaqueros que te vayan bien.- me empecé a quitar la ropa mientras ella iba hasta un armario, lo abría y sacaba unos pantalones.- me los tendió junto con un juego de ropa interior.- Está limpia.- Me cambié cohibida porqué las tres me estaban mirando. Los pantalones me iban bien, puede que un poco grandes pero no mucho. Me quité la parte de arriba para ponerme el sujetador y el jersey que me había dado Elle.
  • ¡Vaya, menudas tetas! Yo quiero unas así.- gritó Maddy. Yo me ruboricé.
  • ¡Maddy, no seas bestia, no le digas esto, la pobre se ha puesto como un tomate!- le regañó Elle.- Pero tienes razón, esto no te va a ir bien. Iré a por algo de Shana.- Y Elle salió del cuarto. Yo me puse la camiseta de Sly para no estar de esa guisa con esas dos chicas.
  • ¿Cuántos años tienes, Joy?- me preguntó amablemente Maddy.
  • 17.- respondí.
  • ¿Solo tienes 17?- preguntó sorprendida. Yo asentí.
  • ¡Vaya!
  • ¿Y vosotras?
  • Rachel tiene 22 yo 21 y Elle 23.- Elle volvió con otra ropa.
  • Ten Joy, esta si debería irte bien.- En efecto si me iba bien.- Bueno, con esto tienes para hoy, luego buscaremos mas cosas.- me dejaron también unos zapatos y me despidieron para irse a la ducha.- Nosotras vamos a ducharnos. Nos vemos ahora y dile a mi madre que si, que ya estamos bajando.
  • Vale.- dije yo.


Volví a bajar hasta el piso inferior un poco desconcertada, en el campo no había esa despreocupación, esa felicidad que desprendían las personas con quien me había encontrado. Eso me hizo darme cuenta de lo miserable que era mi vida, me encontré con Sly en el comedor, estaba sentado hablando con Teddy:

  • Eh Joy, ven, siéntate.- fui a sentarme.- ¿Te han dado mucha la brasa?
  • No, son muy simpáticas.
  • ¿Te gusta la ropa?
  • Está bien.
  • ¿Recuerdas a Teddy, verdad?
  • Claro. Hola.- saludé al pelirrojo que estaba sentado delante de mi.- Apareció la madre de Sly cargada de comida.
  • Joy cielo ¿te gusta la ropa?- me preguntó mientras dejaba los platos encima de la mesa.
  • Si, es perfecta.
  • Me alegro.
  • ¿Puedo ayudar en algo?
  • Oh, no te preocupes.- entonces le dio un golpe a su hijo en el brazo.
  • ¡Ai! ¡mamá! No me pegues.
  • A ver si aprendes de esta chica y vienes a ayudar a tu vieja y pobre madre.
  • No eres vieja mamá, aun estás joven.
  • Oi, gracias cariño.
  • Así que no hace falta que te ayude.- le contestó el bromeando. Ella fingió estar indignada.
  • Eres de lo que no hay ¿Tú también tratas así a tu madre?- me preguntó Amy.
  • No...- respondí.- supongo que no...- Esa pregunta me había puesto triste, pensar en mi madre y no saber si estaba viva o muerta...o si estaba bien, si le habían hecho daño al ver que yo no estaba...me estaba torturando.
  • Oi cariño lo siento, somos unos insensibles.- se disculpó Amy al ver mi expresión. Me pasó el brazo por los hombros para confortarme.
  • No pasa nada. Seguro que está bien, siempre lo está.- forcé una sonrisa.
  • Mamá ¿qué hay para desayunar hoy?- preguntó Sly intentando cambiar de tema.
  • Pues lo de siempre, bacon, huevos...algo de fruta y Brenda estaba trabajadora esta mañana y ha hecho unos cruasanes.
  • ¡Oh, me encantan los cruasanes de Brenda!- exclamó Teddy.
  • ¿Te ha dicho mi querida hija cuando va a bajar?
  • Me ha dicho que iban a ducharse y enseguida bajaban.
  • Vamos, que a medio día igual le ves el pelo.- Dijo Sly.
  • No seas exagerado, Sly.

Amy volvió a la cocina y allí nos quedamos, sin saber muy bien de que hablar. En los siguientes cinco minutos fue llegando gente, Sly me presentaba a todo el mundo y yo intentaba retener los nombres. Los últimos en llegar fueron Elle, Rachel y Maddy acompañadas por un grupo de chicos de cinco chicos de mas o menos su edad. También me los presentaron. Una vez todos en la mesa un hombre, el que Sly me había dicho que se llamaba Sean y era una especie de líder dijo unas palabras:

  • Bueno, ya sabéis lo poco que me gusta dar discursos.- todos rieron.- pero hoy es una ocasión especial. Joy.- se dirigió a mi.- Quiero darte la bienvenida oficialmente y espero que estés bien aquí.
  • Eh...Gracias.- le dije un poco avergonzada.
  • Aquí todos somos como una familia y ya veras que normalmente la vida resulta bastante sencilla.- asentí con la cabeza.- Venga, comamos antes de que se enfríen los cruasanes de Brenda.


Todo el mundo se puso a comer y empezaron distintas conversaciones entre la gente de la mesa, éramos bastantes, unos cincuenta. Había niños, cuatro y eran los mas pequeños después de mi, el resto todos parecían ser mayores.

  • ¿No comes?- me preguntó Sly.
  • Si, pero es que no se que comer.- No había visto en mi vida los alimentos que tenía delante.
  • Toma, prueba un cruasán, está de muerte.- Y me lo puso en el plato. Lo mordí y realmente estaba muy bueno.- ¿Bueno, verdad?
  • Buenísimo.
  • Seguro que el bacon también te gusta, ten y algo de huevos.- Me llenó el plato en un momento.- Cada cosa que probaba estaba mas buena que la anterior.
  • ¿Cómo puede estar la comida tan buena? Hasta ahora había comido por comer, porqué era una necesidad pero esto es glorioso.
  • Si, Sean opina lo mismo que tu.- Y se rió al igual que Timmy. Miré a Sean y vi que tenía una enorme barriga.
  • ¿Te estás burlando de mi?
  • Un poco.
  • Eres muy gracioso ¿lo sabes?- bromeé.
  • Claro que lo se.


Unas cuantas sillas mas a la izquierda había una chica que me fulminaba con la mirada. En ese momento no recordaba su nombre. Terminamos de desayunar y unos pocos se quedaron recogiendo mientras Sly me decía que lo acompañara.

  • ¿No tenemos que recoger?- le preguntó.
  • Hoy no. Tenemos las tareas asignadas y vamos rodando.
  • ¿Qué tienes que hacer tu?
  • Enseñarte esto.
  • Ah.
  • En realidad me tocarían los animales así que gracias a ti me libro. Sígueme.


Me enseñó el refugio entero y me explicó como funcionaban, con antiguas placas solares. Me enseñó también el exterior, la zona que tenían destinada a cultivar alimentos y los animales, había ovejas, vacas y cerdos. Tenían otros animales también, Sly me “presentó” a su perro que nos siguió todo el rato. Cuando me lo hubo enseñado todo, incluidas las preciosas vistas volvimos a entrar pues hacía bastante frío a pesar de no estar aún en el invierno.

  • Oye...Joy.- me dijo él.
  • ¿Qué?
  • Quiero disculparme contigo.
  • ¿Por qué?
  • Te saqué de ese campo sin pensar en las consecuencias que eso podría llevar. Lo que me pareció mejor para ti puede que no fuera tan bueno, al menos emocionalmente.
  • No tienes que disculparte, es cierto que estoy preocupada por m madre, pero no porqué me preocupe que la hayan matado a causa de vuestra entrada, la vida en el campo es dura, nunca sabes si vas a estar vivo al final del día, lo que me preocupa es que no estoy con ella y no se como está. Ella tampoco debe saber que me ha pasado así que me imagino que también está preocupada o bien me da por muerta y está destrozada.
  • En serio, lo siento mucho.
  • No es tu culpa.- Estábamos hablando cuando apareció la chica que me fulminaba con la mirada durante el desayuno.
  • Sly, llevo rato buscándote.- dijo ella.
  • Ah ¿para que me necesitas?- le respondió él.
  • En realidad para nada, es solo que no hemos hablado des de que has vuelto.
  • Estaba enseñándole a Joy todo esto, explicándole un poco como funcionamos.
  • Es genial. Pero porqué no la llevamos con las chicas y charlamos un rato.- Vale, puede que no sepa de muchas cosas, pero ella no quería charlar precisamente y él captó el mensaje.
  • Yo...bueno ¿te parece bien, Joy?
  • Claro, por mi no hay problema.- Fuimos otra vez a la cocina donde estaban algunas de las chicas trabajando pero también charlando alegremente.
  • Ei Joy.- me dijo Elle.- ven, siéntate con nosotras.
  • Nos vemos luego.- se despidió Sly.
  • ¿Qué estáis haciendo?- pregunté.
  • Conservas.- contestó Rachel con voz de fastidio.
  • Veo que has conocido a Sharon.- dijo Elle.
  • Oh ¿es la que me ha prestado la ropa? No le he dado las gracias.
  • No, esa es Shana.
  • Que soy yo.- dijo una chica que estaba cortando verduras.
  • Perdón, muchas gracias por la ropa.
  • De nada. Sharon es mi hermana pequeña y no le hagas mucho caso, puede ser exasperante a veces.
  • ¿Solo a veces?- preguntó Elle.
  • No seas mala.- le dijo
  • Porfavor...a ti te hace la vida imposible.
  • No es cierto, solo es un poco...
  • ¿Celosa? ¿Dominante? ¿Manipuladora?
  • Quiere a tu hermano.- resolvió Shana.
  • Si, pero el estar enamorada no lo explica todo, vale que Sly no lo tenga muy claro, pero que se cabree con él, no con los demás.
  • Que no te oiga mi madre o se va a liar otra vez.
  • En fin...dejemos el tema que no viene a cuento. Cuéntanos algo sobre ti, Joy.
  • Bueno, no es que haya mucho que contar. He vivido toda mi vida en un campo así que solo puedo hablar de eso y no creo que lo querías escuchar.
  • Es muy duro ¿verdad?
  • Supongo que si, pero no conozco otra cosa.
  • Mi marido y yo estuvimos en un campo también.- dijo una mujer.- Hace poco mas de dos años que estamos viviendo aquí.
  • ¿Cómo salisteis?
  • El padre de Oliver era ingeniero antes de que todo esto estallara y su madre científica, en el campo intentaron averiguar como quitar los dispositivos, practicaban con las personas que morían, educaron bien a Oliver, ellos no consiguieron nada y murieron pero Oliver consiguió averiguar como desactivarlos el tiempo suficiente para quitarlos y escapar. Escapamos y después de vagar un tiempo por ahí aquí estamos.
  • Vaya...
  • Si, gracias a Oliver hemos podido sacar a algunas personas, como a ti. Aunque no todos se han quedado con nosotros y resulta difícil sacar a mas, aun no estamos preparados para una lucha abierta así que intentamos pasar inadvertidos.- añadió Sean que había entrado por la puerta.
  • Eso suena razonable.- dije.
  • Joy, me gustaría hablar contigo sobre algunos temas ¿me acompañas?
  • Claro.- Seguí a Sean hasta una habitación.
  • Veras, Sly me ha contado un poco tu historia.
  • Ya...
  • ¿Es cierto que no sabes leer?- asentí.- Bueno ¿quieres aprender?
  • Si, supongo que si.
  • Bien. Designaré unas horas para que estudies pero luego vas a incorporarte al trabajo como los demás. Aquí todos trabajamos, querida.
  • Me parece bien.
  • Te diré algo mas tarde.
  • Vale, adiós.


Después de hablar con Sean caminé de vuelta a la cocina, a través de la puerta escuché que estaban hablando de mi.

  • Pobre Joy, no me imagino una vida así.- creo que esa era Elle.
  • Ni yo tampoco, siempre con miedo a lo que te pueden hacer o si vas a ser entregada para la diversión de algún cerdo.
  • Encima ella es preciosa, supongo que aún lo ha pasado peor.
  • ¿Crees que estaba de esclava sexual?
  • No lo se, esta mañana he intentado que Sly me ha contara algo.- esa era Amy.- Pero no me ha querido decir nada, dice que me meta en mis asuntos y no la agobie. La chica está muy preocupada por su madre.
  • No se porqué Sly la trajo.- No reconocí esa voz.
  • Todos sabemos que Sly es un poco impulsivo.- creo que esa fue Charlotte.
  • ¿Qué quieres decir con eso?- esa fue Amy de nuevo.
  • Que tu hijo no se para a pensar las cosas. Creo que todas sabemos porqué se trajo a esa pequeña fulana.
  • Mamá.- esa era Shana.
  • Mira, puede que la chica no tenga la culpa, pero no estoy dispuesta a ver como todos los hombres, en especial el mío, babean por ella.
  • Deberías escucharte, Cristina, no sabes que estas diciendo.- esa era Amy.
  • ¿Qué no lo se? Lo se perfectamente, aquí todos somos como una familia nos conocemos demasiado, los chicos están solteros y tienen necesidades ¿crees que van a ir a buscar a las chicas que son como sus hermanas o van a ir por la guapa y nueva desconocida?
  • No creo que eso vaya a pasar.- contestó Amy.- Se han formado muchas parejas aquí dentro y va a seguir pasando. Y en el caso de que alguno de los chicos sienta interés por Joy tendremos que ver la respuesta de ella.
  • ¿Y qué dices de nuestros maridos? Los hombres siempre serán hombres, ricos o pobres, y nosotras querida, nos estamos haciendo viejas.
  • Que Owen sea como es no significa que los demás hombres sean igual.- le espetó Amy.
  • ¿Qué quieres decir con eso?
  • Que entiendo tus motivos para ponerte así, pero no es con la chica con quien deberías estar molesta.
  • Mira Amy no...
  • Mamá ya basta.- esa era Shana otra vez.- Amy tiene razón, cálmate. ¿Por qué no sales a dar una vuelta?
  • ¡Esto es el colmo!


Escuché sus pasos y escape de ahí, subí las escaleras a toda velocidad y me encontré con el pasillo vacío, quería estar un rato sola, no quería ver a nadie así que me encaminé hacia la habitación de Sly, abrí la puerta y me encontré a Sly haciendolo con Sharon.

  • ¡Joder!- dijo él. Yo volví a cerrar la puerta.
  • ¡Lo siento!- dije con la puerta ya cerrada, entonces me fui de allí. Hice de nuevo el recorrido del pasillo y en las escaleras me encontré con Elle.
  • Ei, Joy. Te estaba buscando.- me dijo.
  • ¿Ah si?
  • Si, Sean dice que hay una cama en la habitación de Teddy y Henry, como en los demás cuartos no hay mucho espacio vamos a tener que ponerte con Grace y Gisele ¿te parece bien?
  • ¿Con quién?
  • Con las pequeñas.- recordé a las dos niñas que había saludado durante el desayuno.
  • Claro, no hay problema.
  • Bien, vamos a buscar alguien para que nos ayude con la cama.


Encontramos a Wallace, que fue a buscar a Teddy y entre los dos subieron al piso superior la que iba a ser mi cama, entonces Amy apareció con ropa de cama y otras cosas para mi. Ella y Elle me ayudaron a “instalarme”, las dos niñas en cuestión aparecieron por allí con su madre.

  • Espero que no sean muy pesadas.- dijo Heidi que era su madre.
  • Seguro que no.- contesté.
  • No estoy tan segura, a Gisele es un poco pesada, estoy convencida que no va a dejarte en paz.
  • No pasa nada, seguro que no será tan terrible.
  • Bueno, esto ya está.- dijo Amy.- No es mucho pero creo que te apañarás.
  • Es mas de que lo que nunca he tenido, muchas gracias.
  • De nada cariño.


Con todo el ajetreó era ya hora de comer así que volvimos a bajar para ir al comedor, allí fue el reencuentro con Sly, en cuánto lo vi desvié la vista al igual que él, mis ojos se toparon con los de Sharon que no me hizo ninguna buena cara. Los ignoré a ambos y me senté junto a Elle. Esta vez comí en silencio, comimos dos platos completos y luego aún había mas comida, fruta.

  • Jamás había comido tanto.- le comenté a Elle.
  • ¿Cuántas comidas hacíais en el campo?
  • Normalmente dos, pero había veces que sólo una.- Nos vimos interrumpidas por Gisele que sin decir media palabra se subió a mi regazo.
  • ¿De dónde has salido tu?- le pregunté sujetándola por la barriga.
  • De allí.- señaló donde había estado sentada antes.- Ya he terminado de comer.
  • ¿Te lo has comido todo?- le preguntó Elle.
  • Si, todo.- pero se ve que a Gisele lo que le decía Elle le daba un poco igual.- Me gusta tu pelo.- me dijo a mi tocándolo.
  • Gracias, a mi también me gusta el tuyo, es muy bonito.- le contesté.
  • Y me gustan tus ojos.
  • Los tuyos son mucho mas bonitos.
  • Pero los tuyos son verdes.
  • Tu también los tienes un poco verdes.- le dije.
  • ¿Tu crees?
  • Sí, además, eres muy guapa ¿lo sabes?
  • No es verdad, tu eres mucho mas guapa.
  • Eso es porqué aun eres pequeña, pero cuando seas mayor tu vas a ser la chica mas guapa.
  • ¿Tanto como tu?
  • Mucho mas.
  • ¿Qué le estás contando a Joy, Gisele?- preguntó Tod que había venido a buscarla junto con Sly.
  • Nada. Que es muy guapa. Pero ella me ha dicho que cuando yo sea mayor voy a ser mas guapa que ella.
  • Estoy seguro de eso, cielo.- dijo Tod mientras Gisele salaba de mi regazo a los brazos de Sly.
  • ¿Cuando sea mayor te casarás conmigo Sly?- le dijo Gisele.
  • Creo que cuando tu tengas edad de casarte no vas a quererme. Voy a ser muy viejo.- le contestó divertido Sly.
  • ¿Cuántos años tienes?- le preguntó la niña.
  • Tengo 30.
  • ¿Tu tienes edad de casarte?
  • Bueno, supongo que si.
  • ¿Cuántos años tendrás cuando yo tenga 30?
  • Veamos, si ahora tienes 5, cuando tu tengas 30 yo tendré 55.
  • ¿Cuántos años son 55?
  • Son casi los que tiene Jackson.
  • ¿Jackson?
  • Si.- la niña miró a Jackson y se horrorizó.
  • Entonces no me voy a querer casar contigo.- Todos los que estábamos escuchando nos reímos.
  • Anda Gisele, ven.- le dijo su padre.- Vamonos antes de que cambies de ida y acabes casándote con un viejo.- Tod se llevó a la niña. Casi todo el mundo había terminado de comer y la gente se estaba levantando.
  • ¿Vienes conmigo?- me preguntó Sly.
  • Claro.


Salimos del comedor y le seguí hasta fuera y caminamos un poco por los alrededores de la casa.

  • Siento lo de antes.- le dije.- Yo...bueno, no sabía que estabais ahí.
  • No pasa nada, yo siento que lo hayas visto.
  • No en serio, es tu cuarto y no he pensado que...
  • Joy, no pasa nada.
  • Entonces ¿qué pasa?
  • Bueno yo solo quería saber... ¿cómo estás?
  • Bien, creo.
  • Sean me ha dicho que ha hablado contigo.
  • Si.
  • Mañana vas a empezar conmigo, te enseñaré lo que tienes que hacer.
  • Bien.
  • Y bueno...está la cuestión de leer y escribir ¿quieres que te enseñé yo?- en ese momento me quedé pensando en lo que había escuchado en la cocina esa mañana.
  • Oye ¿Por qué estás haciendo todo esto?
  • ¿El qué?
  • Ocuparte de mi.
  • No lo sé, pero me siento un poco responsable. Te saqué de allí y te hice venir hasta aquí sin preguntarte que era lo que querías.
  • No quería quedarme en el campo. Seguramente ahora estaría muerta.
  • No me refiero a eso, lo que quiero decir es que quizás prefieras continuar tu camino sola.
  • Esto no está mal.- dije.- La mayoría de la gente es simpática y agradable. Yo sola no duraría ni dos días. Pero tú...tendrás cosas mejores que hacer que malgastar tu tiempo enseñándome a leer.
  • No me importa hacerlo, a los niños les damos clase por las mañanas y Sean quería que tu fueras a esas clases, pero he pensado que podría ser incómodo para ti, bueno...
  • Un poco humillante, sí.- concordé.
  • Entonces Sean me ha dicho que me ocupe yo ¿te parece bien?
  • Preferiría no asistir a clase con los niños, sí.
  • Pues entonces hecho, creo que el mejor horario sería después de cenar, durante el día vamos a estar bastante ajetreados.
  • Me parece bien.
  • ¿Quieres empezar hoy?
  • Sólo si a ti te va bien.
  • Me va bien.
  • Entonces ven a mi cuarto después de la cena.
  • Vale. Y oye...no hace falta esperar a mañana para empezar a trabajar, me siento incómoda sin hacer nada.
  • Bueno pensaba pedirte que me acompañaras a buscarte ropa. Hay una ciudad a unas horas de aquí, no vive nadie en ella pero hay tiendas en las que aun queda ropa.
  • ¿Es seguro ir?
  • Muy seguro.
  • Entonces bien, no me gustaría que pasara algo solo para que yo tenga un estúpido par de vaqueros.
  • Tranquila, no hay peligro.
  • Entonces vamos.

Este capitulo no está completo pero como esta historia no va exactamente por capítulos lo dejo así...el de la foto sería Sly...¡me encanta! xD en fin, que estoy fatal. A bajo está el nuevo capitulo de GMSXII y espero que a pesar de tardar tanto dejéis muchos comentarios.

1 comentario:

julieta (jk) dijo...

hola!!! me he leído los capis y quiero felicitarte porque están geniales... me encantan todas la historias que haces y aunque todas son historias diferentes tienen algo en común y es, que no puedes parar hasta leerlas... espero con muchas ganas que subas otro capi pronto

besos!!